"Los mandatarios coincidieron en la importancia de dialogar con Rusia. Ambos decidieron utilizar todos los canales diplomáticos disponibles para poner fin a las tensiones actuales", señala el mensaje.
Además, los líderes del Reino Unido y Alemania subrayaron la necesidad de que los aliados enviaran a Rusia "un mensaje claro y coherente", en particular, sobre "las consecuencias de una mayor invasión rusa de Ucrania".
"Ellos acordaron continuar trabajando juntos con otros socios internacionales en la elaboración de un paquete integral de sanciones. El primer ministro enfatizó que esas sanciones deberían estar listas para entrar en vigor de inmediato en caso de una mayor invasión rusa de Ucrania", agregó la oficina del primer ministro británico.
El 31 de enero la ministra de Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, anunció una reforma del régimen de sanciones contra Rusia que permitirá al Gobierno conservador actuar contra individuos y compañías próximas al Kremlin "en respuesta a una agresión contra Ucrania".
La ministra aseguró que la reforma legislativa dará paso al "más duro régimen de sanciones contra Rusia" jamás aprobado en Reino Unido. A su vez, el embajador ruso en Londres, Andréi Kalin, dijo en una entrevista con Sputnik que Rusia tiene algo que responder a las posibles sanciones de Occidente.
La situación en torno a Ucrania empeoró en los últimos meses después de que EEUU y sus aliados acusaran a Rusia de preparar la invasión de Ucrania.
Moscú rechaza las acusaciones y niega tener planes de atacar a ningún país, al tiempo que defiende su derecho a desplazar tropas dentro de su territorio soberano como considere oportuno.
Rusia también advierte sobre los planes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte de expandirse más hacia el este, incluida Ucrania, y afirma que representan una amenaza para su seguridad nacional.