"Decidimos restaurar una exención de sanciones para permitir la participación de terceros en proyectos de no proliferación y seguridad nuclear en Irán debido a las preocupaciones de no proliferación, en particular con respecto a las creciente presencia de uranio enriquecido en Irán", dijo el funcionario.
La decisión permitirá a terceras partes tener discusiones técnicas más detalladas relacionadas con la eliminación de las reservas de uranio enriquecido en Irán y otras actividades de no proliferación, explicó.
"Las discusiones técnicas facilitadas por la exención son necesarias en las últimas semanas de las conversaciones del PAIC (Plan de Acción Integral Conjunto), y la exención en sí misma sería esencial para garantizar el rápido cumplimiento de Irán con sus compromisos nucleares", afirmó.
Agregó que "si las conversaciones no dan como resultado un regreso al acuerdo nuclear, tales discusiones técnicas aún podrían contribuir a lograr nuestros objetivos de no proliferación".
En julio de 2015, Irán y seis mediadores internacionales –Rusia, Estados Unidos, el Reino Unido, China, Francia y Alemania– firmaron el PAIC, que impuso una serie de limitaciones al programa nuclear iraní con el objetivo de excluir su posible dimensión militar, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.
En mayo de 2018, Washington rompió el acuerdo y empezó a imponer sanciones unilaterales a Irán con el argumento de que ese país seguía desarrollando armas nucleares, algo que no se ha confirmado.
Un año después, Teherán respondió disminuyendo de manera gradual sus compromisos en el marco del PAIC.
El 27 de diciembre pasado, en Viena comenzó la octava ronda de las negociaciones que buscan reactivar el acuerdo nuclear.