El caso de la cocaína envenenada que ya dejó más de veinte muertos en Argentina dejó en evidencia uno de los costados más oscuros de las adicciones, cuando algunos de los afectados no pudieron evitar volver a consumir la droga a pesar de que ya se habían recuperado de la grave intoxicación.
Si bien hay más de 80 hospitalizados por haber consumido la cocaína adulterada —se sospecha que con fentanilo, un potente opioide— el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, puso el foco sobre tres casos concretos que dan cuenta de lo delicado de la problemática.
"Hemos tenido tres casos de personas hospitalizadas por intoxicación en el día de ayer a la noche, que hoy regresaron porque volvieron a consumir", informó el ministro en declaraciones al canal de televisión argentino TN.
En efecto, los jóvenes habían logrado salvarse de la muerte tras la intoxicación inicial pero volvieron a consumir la misma cocaína, por lo que debieron ser ingresados nuevamente para ser tratados.
El caso más conocido fue el de Walter, un joven que había consumido en el barrio Puerta 8 de la localidad de Tres de Febrero, señalado como el epicentro de la distribución de la droga envenenada. El hombre llegó a contar al canal Telefé Noticias como ayudó a un amigo que convulsionó por la "porquería" que consumió y agradeció que él mismo se hubiera salvado a pesar de haber fumado 'paco', como se conoce en Argentina a la pasta base de cocaína que se fuma.
"Tuve un Dios aparte", agradeció Walter ante cámaras. Sin embargo, horas después él mismo debió ser trasladado de urgencia a un hospital, inconsciente producto de haber vuelto a consumir la droga adulterada.
Kreplak reconoció que los casos de los adictos afectados por la droga adulterada "son situaciones muy complejas" y pidió abordar el uso problemático de drogas "con mucha seriedad". En ese sentido, aseguró que los hospitalizados deberán seguir un tratamiento "para poder contener esta situación de abuso de sustancias y adicción".