"La justificación formal fueron las llamadas "pedaladas fiscales" [una violación de las leyes presupuestarias], aunque el motivo real haya sido la pérdida de sustentación política", afirma Barroso en un artículo publicado el 3 de febrero en la revista del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (CEBRI).
Rousseff fue apartada del cargo tras un juicio político en 2016 bajo la justificación de que su Gobierno había maquillado las cuentas públicas de forma irregular; no obstante, desde entonces muchos advertían que el verdadero motivo era la caída de su popularidad y la falta de aliados en el Congreso Nacional.
Barroso, de hecho, ya había expresado esa idea en julio de 2021, cuando en un simposio afirmó que hay "dudas razonables" de que Rousseff fuera apartada por haber cometido un delito de responsabilidad: "Apartarla por corrupción después de lo que siguió sería una ironía de la historia", dijo, en referencia a los numerosos escándalos del Gobierno de Michel Temer (2016-2018).
Desde el Partido de los Trabajadores (PT) y la izquierda en general se considera el "impeachment" de 2016 como un "golpe"; no obstante, Barroso afirmó en otras ocasiones que no se puede definir como tal porque el procedimiento está previsto en la Constitución.
26 de enero 2022, 20:18 GMT
La Carta Magna brasileña prevé que para apartar a un presidente éste debe haber cometido un delito de responsabilidad en el ejercicio de su cargo; a Rousseff se la acusó de haber manipulado las cuentas con las llamadas "pedaladas fiscales".
No obstante, se trataba de una práctica habitual en gobiernos anteriores y entre muchos gobernadores de los estados y fueron efectivamente legalizadas cuando Temer llegó al poder meses después de apartar a Rousseff.