"Condeno enérgicamente la situación en Birmania, donde el uso de la violencia está causando un gran número de muertes, a pesar de los repetidos llamamientos a la moderación por parte de la comunidad internacional", manifestó el titular de Exteriores nipón, Yoshimasa Hayashi.
El diplomático aprovechó el primer aniversario del golpe militar para instar una vez más al Ejército birmano a poner fin inmediato a la violencia, liberar a los detenidos y restaurar rápidamente el sistema político democrático en el país.
"Japón continuará trabajando en estrecha colaboración con la comunidad internacional, incluida la ASEAN, y hará todo lo posible para mejorar la situación en Birmania", aseguró Hayashi.
El 1 de febrero de 2021, pocas horas antes de constituirse el nuevo Parlamento de Birmania, los militares dieron un golpe de Estado, decretaron el estado de emergencia y detuvieron a numerosos líderes políticos, entre ellos el presidente Win Myint y la gobernante de facto, Aung San Suu Kyi.
La asonada generó un amplio repudio internacional y una oleada de protestas en Birmania, con miles de personas desafiando la represión y protagonizando protestas callejeras y acciones de desobediencia civil para reivindicar la restauración del Gobierno civil y la liberación de los presos políticos.
Seis meses después del golpe, la Comisión Electoral de la Unión de Birmania anuló el resultado de los comicios generales de 2020. Su decisión, que alegaba millones de irregularidades presuntamente cometidas en el proceso del escrutinio, posibilita la disolución de la LND.
Según el presidente del Consejo Administrativo del Estado y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Birmania, Min Aung Hlaing, las próximas elecciones generales tendrán lugar en 2023.
A principios de diciembre pasado, la justicia birmana condenó a cuatro años de prisión a la líder detenida Aung San Suu Kyi, por cargos de incitación y violación de las normas contra el COVID. El depuesto presidente Win Myint recibió un veredicto similar. Más tarde, sin embargo, el dirigente birmano Min Aung Hlaing conmutó a dos años las condenas de ambos políticos.
En enero de 2022, Aung San Suu Kyi fue sentenciada a cuatro años de cárcel por varios cargos, entre ellos por la tenencia de comunicadores portátiles sin licencia, y declarada culpable de cinco nuevos cargos de corrupción. La ex primera ministra de facto de Birmania puede enfrentar hasta 164 años de cárcel en total, según los medios birmanos.
10 de enero 2022, 15:53 GMT
La ONG Asociación de Ayuda a los Presos Políticos (AAPP) estima que al menos 1.503 personas murieron a causa de la represión militar en Birmania del 1 de febrero de 2021 al 31 de enero de 2022. De las 11.838 personas arrestadas en este período, 8.835 siguen detenidas.