"Su compromiso es con el pueblo, con la democracia, con la institucionalidad y con su institución bajo los pilares de la no deliberación política, la disciplina y el respeto a la doctrina policial", explicó el gobernante a más de 300 nuevos oficiales.
Arce lanzó su exhortación en un acto de graduación en la Academia Nacional de Policías, en medio de un escándalo político por la reciente desarticulación de una red de protección al narcotráfico liderada por exjefes policiales de los pasados Gobiernos de Evo Morales (2006-2019) y Jeanine Áñez (2019-2020).
"Honrar el uniforme policial es cumplir y hacer cumplir nuestra Constitución, asumir que la institución está historicamente destinada a su defensa, que no puede prestarse a aventuras ni a activistas que atenten contra la democracia", afirmó Arce en aparente alusión a motines policiales de 2019 que contribuyeron al derrocamiento de Morales.
En esa crisis, policías retiraron de sus uniformes las imágenes de la bandera indígena wiphala, que es símbolo nacional, provocando una ola de protestas de sectores campesinos e indígenas.
25 de enero 2022, 16:07 GMT
Arce calificó como "hechos que comprometen la imagen de la Policía boliviana" a las recientes detenciones de dos exjefes antidrogas, Omar Rojas en Colombia y Maximiliano Dávila, en La Paz, quienes según el Gobierno formaban parte de una red de narcotráfico denunciada también por Estados Unidos.
El Ministerio de Gobierno sostuvo que esa red fue constituida durante la gestión transitoria de Áñez, pero Dávila y otros presuntos implicados sugirieron "narco-vínculos" con el Gobierno de Morales, que la oposición exige investigar desde el Parlamento.
Los nuevos policías deben "hacer el máximo esfuerzo por cumplir los valores y principios de la Constitución y honrar a su institución poniendo en evidencia a los malos elementos y denunciando con decisión a los malos policías que por ambición se dejan seducir por la tentación del delito", postuló Arce.
El excoronel Dávila fue detenido el fin de semana cuando intentaba huir a Argentina y está en detención preventiva desde el 24 de enero en espera de juicio por encubrimiento y lavado de dinero procedente del tráfico de drogas.
Al ingresar a la cárcel, se mostró desafiante y dijo ser víctima de un plan del ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, para "incriminar" al expresidente Morales con narcotráfico.
Hasta el momento, el exmandatario no se ha pronunciado sobre este caso.