"Las exportaciones agroalimentarias de Italia a Rusia se contrajeron en 1.500 millones de euros en los últimos 7,5 años debido al embargo, decidido por Putin con el decreto n. 778 del 7 de agosto de 2014 y prorrogado consecutivamente, como respuesta a las sanciones decididas por la UE, EEUU y otros países por la situación en Ucrania", destaca el comunicado.
Según precisa, el sector agroalimentario italiano es el único afectado directamente por las restricciones rusas.
"El embargo condujo a la completa anulación de las exportaciones a Rusia de productos italianos, incluidos en la lista negra, como los quesos Parmigiano Reggiano y Grana Padano, jamón de Parma o San Daniele, pero también frutas y verduras", explica Coldiretti.
Otro problema es que en los últimos años las empresas rusas empezaron a fabricar "productos de imitación que no tienen nada que ver con los productos Made in Italy".