"Prevemos que en las próximas dos o tres semanas habría departamentos [que] estarían alcanzando su meseta para iniciar un descenso [de nuevos contagios], pero si descuidamos las medidas de bioseguridad no descartamos el inicio de una quinta ola", dijo Auza en conferencia de prensa.
La cuarta ola, iniciada en octubre, dejó sucesivas marcas máximas de más de 14.000 casos diarios, pero en la última semana el promedio bajó a poco más de 10.000 contagios por día y el lunes la marca se redujo a menos de 7.000, según reportes oficiales.
Auza dijo que la tendencia ascendente de los contagios se detuvo en la última semana en gran parte del país, aunque recalcó que no es previsible todavía cuándo sería levantado el estado de emergencia sanitaria vigente desde diciembre.
"Es importante extremar las medidas de bioseguridad; los datos epidemiológicos en cualquier momento pueden cambiar de acuerdo al comportamiento de la población, por eso es que pedimos que se extremen las medidas de bioseguridad y se continúe con el plan nacional de vacunación", afirmó.
La campaña de inmunización ha acumulado más de 11,5 millones de aplicaciones hasta el lunes, permitiendo que 76% de los mayores de 18 años ya hayan recibido la primera dosis y 63% la segunda.
La vacunación alcanza a todos los bolivianos desde los cinco años de edad, con lo cual la población objetivo de la campaña es de 10,2 millones de personas, para quienes según el Gobierno hay dosis suficientes de vacunas de diversas marcas.
Auza anotó que desde el inicio de la pandemia se han confirmado en Bolivia más de 820.000 contagios, incluidos casi 21.000 decesos.
En la cuarta ola, durante la cual se ha reportado un tercio de todos los contagios de la pandemia, la letalidad se ha mantenido en 0,6%, en contraste con la tasa de 6,2% de la primera ola a mediados de 2020.