"Estamos aprendiendo a respetar los derechos humanos fundamentales, estamos al tanto del derecho a una protección internacional, pero por otro lado hay acciones ilegales y violaciones de fronteras que no se ajustan a las normas de la UE (...) Nada se puede decir excepto que la búsqueda del equilibrio entre ellos es una cuestión jurídica o incluso política" dijo Leggeri, citado por LRT (Radio y Televisión Lituana).
En una conversación con periodistas en la frontera entre Lituania y Bielorrusia, Leggeri se negó a evaluar la política migratoria de Lituania y a divulgar el número de violaciones en la zona fronteriza.
Lituania acoge la conferencia sobre gestión de fronteras, a la que asisten delegaciones de 29 países, entre ellas la Comisaria de Asuntos Internos de la Comisión Europea, Ylva Johansson, representantes de Europol y otras organizaciones.
En agosto del año pasado, las autoridades lituanas solicitaron a Frontex un apoyo adicional y el inicio de un procedimiento de intervención rápida en las fronteras, misión que dura hasta el 26 de enero.
Todos los guardias fronterizos lituanos están asistidos por hasta noventa empleados de la agencia.
El año pasado, Lituania, Letonia y Polonia denunciaron una avalancha de cruces ilegales desde Bielorrusia y acusaron a Minsk de orquestar una crisis migratoria en represalia a las sanciones occidentales.
Las autoridades bielorrusas rechazaron esas acusaciones. El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, declaró que Minsk se niega a seguir conteniendo a los inmigrantes irregulares, porque "no tiene ni dinero ni fuerzas para hacerlo", debido a las sanciones occidentales.
Los guardias fronterizos bielorrusos denunciaron en numerosas ocasiones que Letonia, Lituania y Polonia expulsan por la fuerza a los inmigrantes hacia el territorio de Bielorrusia.