"El tribunal sentenció a 18 años de cárcel a [Andréi] Kovalchuk, a 17 años a [Alí] Abiánov, a 16 años a [Vladímir] Kalmikov, y a 13 años a [Ishtimir] Judzhámov", dijeron.
La defensa informó a Sputnik que los condenados también deben pagar multas de entre 900.000 y 1,8 millones de rublos entre 11.773 y 23.547 dólares, respectivamente).
El abogado Leonid Kózak, por su parte, afirmó a Sputnik que la defensa planea apelar el veredicto del tribunal.
"Apelaremos en breve. No deberíamos haber esperado un resultado diferente, ya que este caso, en nuestra opinión, es políticamente motivado", dijo.
El 13 de diciembre de 2021 un jurado popular declaró culpables a Abiánov, Kalmikov, Kovalchuk y Judzhámov, pero señaló que merecen indulgencia.
En el caso de Kovalchuk, considerado organizador del contrabando de cocaína, el fiscal pidió una pena de prisión de 19 años y una multa de 1,8 millones de rublos.
Para Judzhámov, Kalmikov y Abiánov pidió 15, 17 y 18 años de cárcel, respectivamente, y multas de 1,5 millones de rublos para cada uno.
A su vez, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, por sus siglas en ruso) informó que los implicados en el caso fueron detenidos en diciembre de 2017 en el marco de la operación conjunta de la Gendarmería Nacional Argentina y los FSB, Servicio de Inteligencia Exterior y Ministerio del Interior de Rusia.
Mientras Kovalchuk fue detenido en marzo de 2018 por los agentes rusos en cooperación con las autoridades de Alemania.
El FSB mencionó a otros miembros del grupo de traficantes y sus cómplices que permanecen prófugos y agregó que se llevan a cabo las operaciones correspondientes para detenerlos.
La investigación del caso de la cocaína argentina derivó en un escándalo internacional. Los servicios secretos de Rusia y Argentina interceptaron maletas con 389 kilogramos de cocaína guardadas en el territorio de la Embajada rusa en Buenos Aires.
Los propios diplomáticos rusos lo denunciaron a los servicios secretos. Poco después, en Moscú fueron arrestados Kalmikov, Judzhámov y Abiánov, y luego, el presunto organizador del contrabando, Andréi Kovalchuk, extraditado de Alemania.
Según declararon los acusados, Kovalchuk —que se presentaba como empleado de la Embajada o agente de los servicios secretos— los engañó proponiéndoles ganar dinero.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores ruso comunicó que Kovalchuk nunca trabajó en ese organismo ni en misiones diplomáticas rusas en el extranjero.