Para una ciudad con más de 7 millones de habitantes como Bogotá, el tránsito puede ser un problema verdaderamente serio. Las cifras lo confirman: en 2021, la capital colombiana fue la primera ciudad latinoamericana y la octava del mundo en el índice Inrix, que mide la congestión vehicular en las calles del planeta. Un año antes, Bogotá había estado primera en el ranking, superando a grandes urbes como Nueva York, Moscú o Londres.
Intentando atacar este problema, en 1998 la ciudad comenzó a aplicar el 'Pico y Placa', un modelo implementado en otras grandes ciudades para restringir la circulación de vehículos particulares. El término fue acuñado por el alcalde de entonces, Enrique Peñalosa, y se volvió parte de la cotidianeidad de los conductores bogotanos, respaldada por los sucesivos gobernantes.
Claudia López, que asumió en 2020 siendo la primera mujer en ser electa alcaldesa de la capital, no fue la excepción y ratificó la medida, que convivió con los bogotanos durante la pandemia de COVID-19, cuando la circulación también se limitó por motivos sanitarios. El modelo divide los días de la semana en 'pares' e 'impares' y permite la circulación únicamente de los vehículos cuyas placas terminen en número par o impar, según corresponda.
12 de enero 2022, 23:08 GMT
Apenas comenzado el 2022, López redobló la apuesta en su lucha contra los problemas de tránsito y anunció cambios en el sistema con la intención de "mitigar la congestión en las vías" de la capital colombiana.
La nueva medida extendió la restricción, que a partir del 11 de enero rige de forma ininterrumpida entre las 6 y las 21 horas, durante todos los días hábiles. Hasta 2021, el 'Pico y placa' regía hasta las 19:30 y tenía un corte sobre el mediodía, en el que no se aplicaba la restricción.
Para la alcaldesa, la extensión del 'Pico y placa' "es una medida para que no nos quedemos sin ciudad y sin planeta". Según dijo en una entrevista con la emisora colombiana Caracol, "la contaminación del aire es real, mata a 2.000 personas al año, las matamos por quemar gasolina y diésel".
"Solo el 20% de los bogotanos tenemos carro, somos una minoría privilegiada que usa el 85% del espacio de movilidad. Si hay algo inequitativo en Bogotá es el uso del espacio público de movilidad", añadió la jerarca.
"No hay derecho, no es lógico, que el 20% de los bogotanos congestionen, tranquen, contaminen y enfermen al 100% de los bogotanos, eso no lo paga ningún impuesto", sintetizó.
El énfasis de López en su combate contra el tránsito excesivo le valió, de todos modos, quedar envuelta en una polémica. Durante la entrevista, debió responder a los cuestionamientos de los propietarios de vehículos que se quejaron de no poder utilizar su vehículo a pesar de tener que pagar impuestos por el coche.
La alcaldesa bogotana remarcó que "los impuestos son por tener carro" e hizo una sugerencia a quienes no desean pagar tributos por los automóviles. "Lo invito a que lo venda, use bicicleta, use transporte público o compártalo".
La frase disparó una ola de memes en redes sociales y la repercusión obligó a López a retractarse de su frase a través de su cuenta de Twitter.
El carro compartido, una tendencia que se dispara
Como contrapartida a las restricciones, el 'Pico y placa' habilita la excepción de 'carro compartido', que habilita al propietario del vehículo a circular por Bogotá en cualquier momento siempre que comparta su coche con otros ciudadanos.
Según dispone la Alcaldía de Bogotá, los vehículos con permiso de carro compartido deben circular "desde el origen hasta el destino, con tres o más personas", incluyendo quien conduce. Para obtener el permiso, el vehículo debe registrarse cada semana a través del sitio web del gobierno bogotano especificando el recorrido para el que será válida la exención.
"Hoy empieza la era de la movilidad compartida, de la movilidad inteligente en Bogotá", anunció López el 11 de enero, el día en que comenzaron a regir las nuevas características del 'Pico y placa'. En su discurso, la jerarca destacó la necesidad de que la ciudad logre aumentar el promedio de ocupación de los vehículos de 1 a 3 personas.
"El problema no son los carros, nadie es enemigo de los carros. El problema es cómo los usamos. Si seguimos usando vehículos que son en promedio para cinco o seis pasajeros para uno solo, no hay vía que alcance, no hay ciudad que alcance", sostuvo López.
Según López, los viajes que más congestionan el tránsito son "los de la hora pico", es decir, los que tienen como destino el trabajo o el estudio. Asegurando que se trata de trayectos que pueden planificarse, la jerarca pidió a los bogotanos "que se organicen con su familia, con sus vecinos o sus compañeros de trabajo o estudio para compartir los vehículos".
El pedido de la alcaldesa pareció tener eco en la primera jornada de funcionamiento del nuevo esquema. En declaraciones recogidas por RCN, el secretario de Movilidad de la ciudad, Nicolás Estupiñán, informó que solo el 11 de enero la cantidad de permisos para carros compartidos aumentó un 87%.
13 de mayo 2019, 20:50 GMT