Después de la intensa ola de calor que se vivió en Argentina entre finales de 2021 y los primeros días de 2022, una nueva semana de temperaturas extremas e históricas rompieron todos los termómetros e ocasionaron la interrupción del suministro eléctrico en Buenos Aires ante la gran demanda de la población.
Las temperaturas perforaron tranquilamente el techo de los 35 ºC desde el martes 11 de enero, pero durante el 13 y 14 de enero superaron los 40 ºC en la franja central del país.
"La ola de calor, con temperaturas mínimas y máximas muy altas, se produjo por un bloqueo atmosférico, que es un centro de alta presión muy intenso que se posiciona en niveles medios de la franja central de Argentina, sistema que evita que llegue el aire más frío del sector sur y favorece la entrada de aire cálido desde el norte. Además, la poca nubosidad es un factor que permite que las temperaturas aumenten", dijo a Sputnik Matías Reinoso, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El SMN emitió alerta roja para las provincias de Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, La Pampa y áreas de Córdoba, San Luis, Neuquén, Tucumán y Río Negro. Además, alerta naranja para los distritos de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y la capital nacional, donde la sensación térmica en días de calor es más elevada que la temperatura real debido a la humedad.
La incapacidad del sistema de satisfacer el consumo récord de electricidad llevó a cortes de luz masivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que afectaron a 700.000 usuarios —muchos de los cuales nunca recuperaron el servicio—, y a cortes temporales programados. La demanda eléctrica crece por el uso de equipos de aire acondicionado para enfriar las viviendas y lugares de trabajo durante largos períodos de tiempo.
El Gobierno argentino impuso que los empleados públicos recurrieran al trabajo a distancia desde sus hogares para reducir la demanda de luz en las oficinas estatales. Asimismo solicitó a las grandes empresas industriales que evitaran encender maquinarias durante el jueves 13 y viernes 14, días para los que la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) esperaba un récord de consumo que superaría los 28.500 megavatios (MW).
Récord y expectativas a futuro
El 14 de enero por la mañana, antes de que comenzaran a escalar las temperaturas, hubo nuevos cortes masivos que afectaron a 150.000 usuarios en la zona norte del AMBA y a 7.000 de la zona sur, incluidas líneas de ferrocarriles, con trenes que quedaron varados.
La Secretaría de Energía nacional, dependiente del Ministerio de Economía, anunció la firma de un acuerdo con la empresa China Electric Power Equipment and Technology (CET) para el diseño de ingeniería, suministro y construcción de una obra para ampliar el transporte, que es el principal cuello de botella del sector.
El proyecto de mejoramiento tendrá una inversión de 1.100 millones de dólares. Se construirá una nueva estación transformadora y más de 500 kilómetros de tendido eléctrico de alta y extra alta tensión en el AMBA.
2021 fue el quinto año más cálido en Argentina de los últimos 60 años y ya son 11 años consecutivos en que las temperaturas medias anuales están por encima de lo normal. La región que más sintió el incremento de las temperaturas fue la Patagonia, en la zona sur.
"En el verano en Argentina tenemos de una a tres olas de calor, estadísticamente hablando. No es atípico que existan, pero sí lo es que, en un escenario de calentamiento global, los expertos nos dicen que estos eventos extremos en todo el mundo van a ocurrir con mayor frecuencia como consecuencia del cambio climático", enfatizó Matías Reinoso.
Los registros de temperatura se rompieron no solo en Argentina, sino en todo el hemisferio sur. El 13 de enero, podría haber alcanzado la temperatura más alta desde que existen registros, pero resta que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirme la marca.
El récord se habría alcanzado en una pequeña ciudad costera del oeste de Australia llamada Onslow, donde se registró una temperatura de 50,7 ºC. Si se verifica, habría igualado el registro más alto de todos los tiempos, del 2 de enero de 1960, establecido en la también australiana localidad desértica de Oodnadatta, en el corazón de la nación oceánica.