"Al 10 de enero de 2022 la situación se normalizó y está bajo control (...) los focos de la amenaza terrorista fueron neutralizados", señaló el organismo en un comunicado.
Una protesta que exigía la reducción de los precios del combustible derivó en violentos disturbios y saqueos que se ha cobrado numerosos muertos y heridos. Grupos de elementos radicalizados tomaron edificios públicos, canales de televisión, aeropuertos y otros establecimientos.
Según el Ministerio del Interior, 17 agentes de seguridad murieron como consecuencias de los actos de violencia.
El Comité de Seguridad Nacional subrayó que todos los edificios administrativos tomados por los radicales en las ciudades de Almaty, Kizilord, Taldykorgan y Taraz, fueron liberadas.
Las fuerzas de seguridad, agregó la entidad, realizan redadas para capturar a los hombres armados y las personas implicadas en los disturbios masivos.
"Llamamos a la población a colaborar con las fuerzas del orden para identificar a los elementos vinculados a la actividad terrorista. Entregar voluntariamente las armas y municiones que fueron sustraídas durante los disturbios", enfatizó.
Ante los actos de violencia, las autoridades decretaron el estado de emergencia hasta el 19 de enero y el toque de queda que rige de las 11 de la noche hasta las 7 de la mañana.
Desde el Comité de Aviación Civil informaron que los aeropuertos del país operan con normalidad, a excepción de las terminales aéreas en Almaty y Taldikorgan que reanudarán los servicios cuando la situación se estabilice.