"Según los datos de la Policía, al menos 3.000 personas participaron en los disturbios masivos en el este del país, 500 fueron detenidas, más de 25 agentes de Policía sufrieron heridas", escribió el medio en su canal de Telegram.
A su vez, el canal de televisión Khabar 24 comunicó que una persona perdió la vida y otras 49 –incluidos 36 policías– resultaron heridas durante los disturbios en la provincia kazaja de Atirau, ubicada en el oeste del país.
Además, el Comité de seguridad nacional de Kazajistán publicó una lista que incluye los nombres de sus miembros fallecidos durante los disturbios.
De momento, esta lista cuenta con siete personas.
La situación en Kazajistán se desestabilizó el 2 de enero, con el estallido de protestas por el alza de los precios del gas licuado de petróleo en el suroeste del país.
A pesar de que una comisión gubernamental determinó después bajar los precios del combustible, las protestas no cesaron y se extendieron a otras zonas del país, en particular a Almaty, derivando en violentos disturbios que hasta el momento han dejado decenas de muertos y centenares de heridos.
El 5 de enero, el presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokaev, aceptó la dimisión del Gobierno en pleno y asumió la jefatura del Consejo de Seguridad Nacional, encabezado hasta entonces por el expresidente Nursultán Nazarbáev.
Además, solicitó a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) enviar fuerzas de paz para hacer frente a la "amenaza terrorista" y a los intentos de socavar la integridad del Estado kazajo.
La organización, que aglutina a Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán, respondió de inmediato a la solicitud y el primer contingente llegó el 6 de enero.