"Hoy por la mañana grupos de bandidos con armas de fuego rodearon dos hospitales clínicos multidisciplinarios de Almaty bajo los números 1 y 7", comunicó el medio.
Agregó que "los terroristas impiden la entrada de los pacientes, los médicos y el personal al hospital".
Las protestas estallaron el 2 de enero en las ciudades de Zhanaozen y Aktau, en el oeste de Kazajistán, por el aumento del precio del gas licuado de petróleo (GLP).
Una comisión gubernamental determinó dos días después disminuir los precios del combustible. Sin embargo, las protestas no cesaron y se extendieron a otras zonas de país, en particular a Almaty, derivando en violentos disturbios.
El presidente del país, Kasim-Yomart Tokáev, denunció que las protestas fueron orquestadas por un grupo de instigadores, aunque no reveló su identidad.
El Consejo de Seguridad Colectiva de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) decidió enviar las fuerzas de la paz a Kazajistán en respuesta a la solicitud del presidente kazajo.
Ante los actos de violencia, las autoridades decretaron el estado de emergencia hasta el 19 de enero y el toque de queda que rige de las 11 de la noche hasta las 7 de la mañana.