"Hay que protegerse con las dos medicinas, Bolivia es un Estado Plurinacional; convoco a la población a que se proteja tanto con la medicina farmacológica como con la medicina tradicional", dijo el vicepresidente luego de que el ministro de Salud, Jeyson Auza, le aplicara la dosis.
La vacunación de Choquehuanca, en una plaza céntrica de La Paz y transmitida en vivo por la televisión estatal, ocurrió en el primer día laborable de exigencia de presentación de carnet de vacunación o prueba negativa de COVID-19 para ingresar a lugares públicos, incluidas oficinas.
El vicepresidente había optado por tratamientos con hierbas medicinales y otros métodos tradicionales para superar dos veces el COVID-19 en el 2021, según su propio relato, aunque no se declaró "anti vacuna" sino "practicante de la medicina ancestral" de uso muy extendido en la población indígena del país.
La semana pasada, ante una ola de críticas opositoras por un supuesto doble discurso oficial, el vicepresidente anunció que se vacunaría para acatar el decreto que exige el carnet y poner fin a "la campaña de politización de la pandemia" que atribuyó a opositores.
"Tenemos que proteger a nuestro pueblo con la medicina farmacológica y la medicina natural, ancestral o tradicional; con las dos medicinas tenemos que proteger y cuidar la salud de nuestro pueblo frente al coronavirus", dijo Choquehuanca, quien pidió "permiso" a la Pachamama (Madre Tierra) con una ofrenda antes de recibir la vacuna.
El ministro Auza dijo que el mensaje de Choquehuanca era "muy fuerte" porque "ha demostrado por encima de sus creencias que protege a la población".
Hasta el 2 de enero, se habían aplicado en Bolivia 9,8 millones de dosis de vacunas contra el COVID-19, con saldo de 4,6 millones de personas inmunizadas con esquema completo.