"La recomendación es cambiar los aislamientos en relación a los contactos estrechos y a los casos confirmados, dividiendo si las personas tienen el esquema de vacunación completo o no están vacunados", señaló la funcionaria durante una rueda de prensa.
Tras encabezar una reunión con los ministros provinciales de Salud, Vizzotti señaló que el consenso es disminuir de 10 a siete días el período de confinamiento para los habitantes que contrajeron COVID-19 y estén inmunizados.
Aquellos casos positivos que no estén vacunados o tengan el esquema incompleto deberán respetar los 10 días de aislamiento.
Los contacto estrechos asintomáticos con las dos dosis de alguna vacuna contra el COVID-19 tendrán que aislarse cinco días, mientas que los que no estén vacunados deberán confinarse por 10 días o por siete si se realizan un test PCR.
El esquema de vacunación se considerará completo si la segunda dosis fue aplicada en un intervalo menor a cinco meses.
"Las vacunas no interrumpen la transmisión viral pero sí disminuyen las capitalizaciones y muertes", puso de relieve la ministra.
La circulación de la variante ómicron conlleva un aumento de casos pero no se traduce en un aumento de la mortalidad o de las internaciones en terapia intensiva, observó Vizzotti.
"Las vacunas están salvando vidas, están mostrando el rol que tienen, independientemente de que tengamos un número importante de casos", señaló Vizzotti.
La funcionaria remarcó que la emergencia de de esta nueva cepa "cambio la dinámica de transmisión, pues no es lo mismo que la delta".
"Estamos en una situación diferentes a las olas anteriores", ratificó.
A un año del inicio de la campaña de vacunación, el país recibió más de 101 millones de dosis, se distribuyeron más de 87 millones y se aplicaron más de 75 millones de inyecciones.
El 83% de la población recibió al menos una dosis de alguna vacuna contra el COVID-19, y el 70% completó su esquema de inmunización.
En el último día Argentina detectó 33.902 casos nuevos de COVID-19 y 20 fallecimientos atribuidos a esta enfermedad.
La nación sudamericana experimenta un aumento exponencial de los contagios pero no de las muertes ni de las internaciones en terapia intensiva.
Con 45,8 millones de habitantes, el país acumula más de 5,4 millones de casos y registra 117.085 muertes por el COVID-19 desde que se detectó la enfermedad en marzo de 2020.