En febrero pasado, casi un año después de que se detectaran los dos primeros casos de coronavirus, la nación caribeña recibió desde Rusia el primer lote de vacunas Sputnik V, el cual fue destinado a inmunizar al personal sanitario.
Un mes después, llegaron las primeras dosis de la china Sinopharm, con las cuales la administración de Maduro inició la vacunación del personal de educación y seguridad.
Entonces se registraron algunas protestas con la consigna "vacunas para todos", pues en el primer semestre la inmunización estuvo dirigida a los sectores priorizados.
Ante la demanda de la población, en reiteradas ocasiones el Gobierno denunció que nadie le quería vender vacunas a Caracas, debido a la sanciones impuestas por Washington.
"Es la verdad y lo denuncio ante la comunidad internacional. Venezuela pudiera ser el único país del mundo que es objeto de una persecución contra su derecho a comprar las vacunas libremente a cualquier empresa que haga vacunas contra el COVID-19", señaló Maduro en una alocución dominical en la que ofrece semanalmente el balance de casos y avances de la vacunación.
Asimismo, el Gobierno acusó al opositor Juan Guaidó, autoproclamado "presidente interino", de impulsar el bloqueo de los recursos del Estado en el exterior, lo que le impide hacer uso de más de 7.000 millones de dólares para enfrentar a la pandemia.
No obstante, en junio comenzó una jornada de vacunación masiva en diversos centros del país, a través del denominado Sistema Patria, creado por el Gobierno para la asignación de ayudas económicas, y que ha sido cuestionado por la oposición debido a que consideran que es utilizado para controlar y politizar los programas sociales.
2 de diciembre 2021, 01:18 GMT
Las citas para la inmunización eran asignadas por medio de este sistema. Las personas inscritas recibían un mensaje de texto con el día, la hora y el centro al que debían acudir.
Sin embargo, los ciudadanos que no deseaban inscribirse en el sistema podían registrarse en el portal web del ministerio de Salud, y de esa forma obtener una cita para recibir la primera dosis.
A eso se sumó la denuncia de sectores de la oposición, que acusaron al Gobierno de no emitir cifras reales sobre la cantidad de personas vacunadas.
Venezuela no escapó de verse afectada por la escasez de vacunas Sputnik V en América Latina, por lo que tuvo que prorrogar la aplicación de la segunda dosis por unos tres meses.
La vacuna rusa Sputnik V
Sputnik V, registrada en Rusia el 11 de agosto de 2020, consta de dos dosis que se aplican con un intervalo de 21 días. La primera se basa en el adenovirus humano tipo 26 y la segunda, en el adenovirus humano recombinante del tipo 5.
A principios de febrero, la revista científica británica The Lancet publicó los resultados provisionales de la tercera fase del ensayo clínico de la vacuna rusa, que confirmaron una seguridad y eficacia del 91,6%.
La vacuna está aprobada en 70 países de Europa, Asia, África y América, entre ellos Argentina, Bolivia, México y Venezuela.
El problema del suministro de Sputnik V obedeció a la alta demanda mundial de este fármaco, pues según el Fondo Ruso de Inversión Directa (conocido como RDIF, por sus siglas en inglés), 69 países autorizaron esta vacuna, y el Moscú firmó contratos por más de 130 millones de dosis con algunas de estas naciones.
Ampliación
Tras la llegada de dosis de países aliados, poco a poco el Ejecutivo incorporó otros sectores como adultos mayores de 60 años y de 18 años en adelante.
Además, desde agosto el Gobierno eliminó la modalidad de citas y los ciudadanos podían acudir libremente a los centros de inmunización.
El Ministerio de Salud instaló puntos de vacunación en mercados públicos, y posteriormente se sumaron cadenas de farmacias privadas.
De igual manera, en octubre comenzó en las instituciones educativas la inmunización de niños de 12 años en adelante, debido a que en esa fecha la administración de Maduro autorizó el inicio de las clases presenciales, que se mantenían suspendidas desde marzo de 2020.
Mientras, el 8 de noviembre se inició la inmunización de los niños de dos años en adelante con la vacuna cubana Abdala. Pero el uso de ese inmunizante provocó el rechazo de la Sociedad Venezolana de Infectología, al considerar que "no debe ser administrada" en este país sudamericano hasta que no cumplan con "la autorización de reconocidas agencias regulatorias internacionales y nacionales".
COVAX
La administración de Maduro también optó por comprar dosis al Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 (conocido por su acrónimo en inglés COVAX), y para ello pagó en abril pasado 120 millones de dólares para la adquisición de 11.374.400 de dosis, que representan al 20% de la población.
Sin embargo, dos meses después el mandatario denunció que COVAX le había fallado a Venezuela, pues hasta esa fecha no había enviado las vacunas a su país.
"He dado instrucciones precisas a la vicepresidenta ejecutiva [Delcy Rodríguez] de actuar esta semana y decirle ya un ultimátum al sistema COVAX: ¡o nos mandan las vacunas o nos devuelven el dinero! Y nosotros, si nos devuelven el dinero, sabremos dónde ir a comprar porque ya hemos conversado con instituciones mundiales, multilaterales, para hacerlo", dijo entonces Maduro.
No obstante, después del reclamo que hizo el presidente, COVAX realizó el primer envío a Venezuela en septiembre con 693.600 dosis de Sinopharm.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), hasta la fecha COVAX envió a este país 5,9 millones de dosis contra el COVID-19.
Producción
Venezuela tiene previsto producir la vacuna cubana Abdala a partir de enero de 2022.
Según Maduro, la meta es producir dos millones de dosis por mes, en la planta de vacunas Espromed Bio, la cual fue verificada por una delegación cubana.
De igual manera, Caracas y Moscú concretaron la firma de un convenio para que ese país sudamericano produzca la vacuna Sputnik V, aunque hasta el momento se desconocen mayores detalles.
Más vacunas
El próximo mes de enero, Caracas iniciará el plan de vacunación de refuerzo contra el COVID-19.
Para ello, recibió los primeros lotes del fármaco Sputnik Light, de un total de siete millones de dosis que enviará Rusia a este país caribeño.
Además, la OPS anunció que el próximo mes Venezuela recibirá más de seis millones de dosis a través de COVAX para reforzar la vacunación.
Aparte de las vacunas, el Gobierno destacó que logró vencer el bloqueo y comprar tratamientos contra el COVID-19, siendo uno de estos el antiviral molnupiravir, el primero diseñado para tratar el virus de forma sintomático.
Venezuela se encuentra en una etapa de flexibilización ampliada de la economía, pero se espera que en enero retome el esquema de cuarentena de semanas alternadas denominado 7+7, y con el cual el Ejecutivo aseguró que ha controlado los contagios de coronavirus.
En más de un año de pandemia, esta nación sudamericana reportó más de 438.000 casos y más de 5.200 fallecidos por COVID-19, siendo uno de los países con menos decesos en Latinoamérica.
Entretanto, Maduro aseguró que su país cuenta con dosis suficientes para inmunizar al 100% de la población, y pidió a los ciudadanos, que aún no la han recibido, que acudan a los centros a vacunarse.