"Dos miembros de nuestro personal, que viajaban a casa durante las vacaciones después de realizar un trabajo de respuesta humanitaria en una comunidad cercana, quedaron atrapados en el incidente y siguen desaparecidos. Tenemos la confirmación de que su vehículo privado fue atacado y quemado. Según los informes, los militares obligaron a las personas a salir de sus automóviles, arrestaron a algunas, mataron a otras y quemaron sus cuerpos", señaló Save the Children en una declaración publicada el 25 de diciembre.
La directora ejecutiva de la ONG, Inger Ashing, condenó este ataque como "una violación del derecho internacional humanitario".
"Estamos horrorizados por la violencia llevada a cabo contra civiles inocentes y nuestro personal, que son trabajadores humanitarios que se dedican a ayudar a millones de niños necesitados en todo Myanmar", manifestó.
La organización, que lleva trabajando desde 1995 en programas de salud, nutrición, educación y protección de la infancia en Birmania, suspendió sus operaciones en los estados de Kayah y Chin, así como en partes de la región de Magway y el estado de Kayin tras el incidente.
El 1 de febrero pasado, pocas horas antes de constituirse el nuevo Parlamento de Birmania, los militares dieron un golpe de Estado, decretaron el estado de emergencia y detuvieron a numerosos líderes políticos, entre ellos el presidente Win Myint y la gobernante de facto, Aung San Suu Kyi.
26 de octubre 2021, 15:06 GMT
Los altos mandos del Ejército, que habían gobernado Birmania durante décadas, justificaron el golpe por las denuncias de fraude masivo en las elecciones generales de noviembre pasado, que dieron una clara victoria a la Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido de Aung San Suu Kyi.
La asonada generó un amplio repudio internacional y una oleada de protestas en Birmania, con miles de personas desafiando la represión y protagonizando protestas callejeras y acciones de desobediencia civil para reivindicar la restauración del Gobierno civil y la liberación de los presos políticos.
Seis meses después del golpe, la Comisión Electoral de la Unión de Myanmar anuló el resultado de los comicios generales de 2020. Su decisión, que alega millones de irregularidades presuntamente cometidas en el proceso del escrutinio, posibilita la disolución de la LND.
Según el presidente del Consejo Administrativo del Estado y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Birmania, Min Aung Hlaing, las próximas elecciones generales tendrán lugar en 2023.
El 6 de diciembre, la Justicia birmana condenó a cuatro años de prisión a la líder detenida Aung San Suu Kyi, por cargos de incitación y violación de las normas contra el COVID. El depuesto presidente Win Myint recibió un veredicto similar.
Más tarde, sin embargo, el dirigente birmano Min Aung Hlaing conmutó a dos años las condenas de ambos políticos.
La ONG Asociación de Ayuda a los Presos Políticos (AAPP) estima que al menos 1.375 personas murieron a causa de la represión militar en Birmania entre el 1 de febrero y el 25 de diciembre. De las 11.202 personas arrestadas en este período, 8.254 siguen detenidas.
6 de diciembre 2021, 14:52 GMT