"Han pasado cinco años desde la muerte del embajador Andréi Kárlov como resultado de un pérfido asesinato. El ataque contra el embajador Kárlov fue un ataque contra la amistad turco-rusa. Sin embargo, Turquía y Rusia no cayeron en esa trampa. Por lo tanto, aquellos que querían dañar la amistad turco-rusa quedaron decepcionados", dijo el titular.
El diplomático turco agregó que el ataque contra el embajador ruso fue un acto terrorista.
"El terrorismo, en su crueldad inhumana, no tiene raza, religión, idioma", subrayó Cavusoglu.
Según el jefe de la diplomacia turca, Kárlov fue un diplomático experimentado que jugó un papel importante en un período difícil de las relaciones turco-rusas.
El titular de Turquía destacó que el fallecido embajador trató de reforzar las relaciones de los dos países y contribuyó a la amistad entre Moscú y Ankara mediante "su trabajo exitoso".
"Su pérdida entristeció profundamente a nuestro pueblo y a todo nuestro país, al igual que al pueblo ruso", subrayó Cavusoglu.
El canciller recordó cómo hace cinco años asistió, junto con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, a una ceremonia de luto en el aeropuerto Vnúkovo de Moscú, a donde se transportó desde Turquía el cuerpo del embajador.
"Una vez más, expreso mis condolencias al Estado y al pueblo rusos, en primer lugar a los familiares y amigos del embajador Kárlov. Lo recuerdo con respeto. Que descanse en paz", agregó el titular turco.
Kárlov fue asesinado a tiros en la capital turca el 19 de diciembre de 2016, durante la inauguración de una exposición fotográfica sobre Rusia.
Las autoridades turcas atribuyeron el delito a Mevlut Altintas, un policía de 22 años, quien fue abatido por las fuerzas de seguridad.
La investigación presentó acusaciones a 28 sospechosos, incluido el predicador Fethullah Gulen, quien insistió en su inocencia.
En el acta acusatoria se señala que Kárlov fue asesinado con el fin de dañar las relaciones ruso-turcas.