Francisco, cuyo nombre de pila es Jorge Mario Bergoglio, vio la luz en Buenos Aires el día 17 de diciembre de 1936, siendo el mayor de los cinco hijos de una familia de emigrantes piamonteses. Sus padres lo criaron en valores estrictamente católicos y apegados al espíritu italiano. Pero el propio Francisco ha dicho que fue su abuela Rosa Vasallo la que mayor influencia ha tenido en su vida.
Periodo de estudios
Antes de empezar el servicio religioso, estudió en la Escuela Técnica Hipólito Yrigoyen, en la que se graduó como técnico químico. Pero, con 21 años de edad, escogió el camino sacerdotal ingresando en el seminario de Villa Devoto y poco después pasó al noviciado de la Compañía de Jesús. Ese fue también el periodo en el que perdió parte de un pulmón por una neumonía grave, sin embargo, eso no impidió que siguiera con sus estudios ni afectó su calidad de vida.
Su ordenación como sacerdote sucedió el 13 de diciembre de 1969 y desde entonces comenzó su larga carrera dentro de la orden jesuita de Argentina.
Jorge Bergoglio continuó su educación en España y Alemania, decantándose por ciencias humanas, especialmente, la literatura, la filosofía y, por supuesto, la teología. Posteriormente, combinó el oficio religioso con docencia en varios colegios de Argentina.
En 1976, cuando llegó al país latinoamericano una nueva dictadura militar y varios sacerdotes sufrieron secuestros, torturas y otros tipos de violencia, Francisco, ya en estatus de provincial de los jesuitas (1973-1979) desempeñó un importante papel en el diálogo con religiosos afectados, aunque más tarde también recibió su porción de crítica por no manifestar la suficiente firmeza ante el terror.
Obispo y cardenal
Después de que, en 1992, el entonces papa Juan Pablo II nombrara a Bergoglio como obispo titular de Oca y auxiliar de Buenos Aires, el ascenso del futuro pontífice en la jerarquía eclesiástica no se hizo esperar.
Bergoglio se desempeñó como vicario episcopal, vicario general, arzobispo coadjutor y propio arzobispo, y tardó menos de diez años en recibir la birreta cardenalicia (2001).
Ya en aquel entonces el cardenal Jorge Bergoglio era conocido por llevar una vida austera, promover la igualdad social y manifestar una misericordia especial a los pobres y a los enfermos.
Según medios, Bergoglio fue uno de los principales candidatos al trono de San Pedro durante el cónclave de 2005, que al final eligió al alemán Joseph Ratzinger, posteriormente Benedicto XVI.
Al frente de la Santa Sede
Con la sorpresiva renuncia al papado de Benedicto XVI, el destino le otorgó a Bergoglio, de 76 años, una nueva oportunidad de ponerse al frente de la Santa Sede.
El 13 de marzo de 2013 fue elegido papa y se convirtió en el primer pontífice americano y de la Orden Jesuita. Bergoglio tomó el nombre Francisco, en honor a San Francisco de Asís, un santo italiano que se caracterizó por su entrega a los pobres y una humildad extrema.
También fue el primer papa en cien años que renunció a alojarse en el Palacio Apostólico Vaticano y a otros atributos papales de lujo. En busca de una forma simple de vivir, optó por la mucho más modesta Casa de Santa Marta.
Benedicto XVI abandonó el Vaticano en medio de un escándalo tras salir a la luz las denuncias de pederastia en el clero católico y de corrupción, dejando al papa Francisco una imagen dañada de la Iglesia Católica.
En apenas un año de su pontificado, Francisco ordenó establecer una comisión especial para investigar el supuesto blanqueo por el Instituto para las Obras de Religión, que se ocupa de las finanzas de la Santa Sede. Asimismo, instituyó la pontificia comisión para la tutela de menores que promueve la responsabilidad de las iglesias en la protección de los niños y adolescentes.
Desde el mismo principio Francisco se mostró como un pontífice que no se aparta de los problemas de nuestra época, como la desigualdad social, la justicia, la globalización, el papel de la mujer, la naturaleza del matrimonio y las tentaciones del poder.
A finales de 2013 la revista Time lo designó como persona del año "por haber trasladado el pontificado del palacio a las calles, comprometer a la mayor religión del mundo a enfrentar sus necesidades más profundas y equilibrar el juicio con la misericordia".
Hoy en día papa Francisco también promueve el diálogo interreligioso. Así, en 2016, se encontró en La Habana con el patriarca de Moscú y toda Rusia Kiril, en una histórica reunión entre los cabezas de la Iglesia ortodoxa rusa y el Vaticano. Este año, Francisco viajó a Irak, siendo el primer pontífice en visitar dicho país musulmán.