Más de 200 soldados estadounidenses pasaron diez días en territorio brasileño para participar de una inédita operación conjunta con el Ejército Brasileño en la que simularon, entre otras operaciones, asaltos a "territorios enemigos" desde el aire y un "combate urbano" en una ciudad a la que "no pueda llegar ayuda humanitaria a la población".
Las operaciones militares conjuntas entre estadounidenses y brasileños fueron propiciadas por el Comando Sur, la división de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos encargada de coordinar las operaciones militares en América Latina. El Comando, cuya sede principal se encuentra en Miami, tiene en su historial, entre otros antecedentes, la invasión a Panamá de 1989 y la gestión de la Escuela de las Américas, una institución en la que se formaron varios de los represores de las dictaduras latinoamericanas de las décadas de 1970 y 1980.
Bajo la coordinación del Comando Sur, EEUU envió a Brasil a 240 efectivos militares, pertenecientes a la División de Asalto Aéreo n° 101 del Cuerpo de Marines del país estadounidense. Los soldados norteamericanos se sumaron a otros 750 efectivos del 5° Batallón de Infantería Ligera del Ejército de Brasil.
Con un total de 990 efectivos, el ejercicio se desarrolló durante diez días a partir del 6 de diciembre, bajo la denominación de Operaciones Combinadas y Ejercicio de Rotación (CORE 21, por sus siglas en inglés)/ Southern Vanguard (Vanguardia del Sur). Los ejercicios se realizaron en las ciudades de Lorena y Cachoeira Paulista, en Sao Paulo, y en Resende, en el estado de Río de Janeiro.
Según William L. Thigpen, comandante general del Army South (Ejército del Sur) estadounidense, el objetivo de las maniobras es que "en la eventualidad de una crisis humanitaria o un desastre natural, ya tendremos la experiencia de trabajar junto a las fuerzas brasileñas y ya habremos establecido confianza y respeto".
Para el Ejército brasileño, en tanto, las operaciones fueron "un vector de desarrollo de la doctrina militar brasileña, además de una interacción con un actor de destaque para la Estrategia Nacional de Defensa y para la política externa brasileña", según consta en un comunicado oficial de la fuerza.
El Ejército brasileño destacó que el CORE 21 es "el primer ejercicio combinado ejecutado por tropas de los EEUU en América Latina". Sin embargo, el comunicado del Comando Sur recuerda que en agosto de 2021 hubo un antecedente, cuando efectivos del Army South hicieron ejercicios de montaña en Chile, junto a las Fuerzas Armadas de ese país.
¿Qué simulan los soldados estadounidenses en Brasil?
Las operaciones conjuntas incluyeron una serie de ejercicios. En cada uno de ellos, como suele suceder en el entrenamiento militar, se construye una situación que, en teoría, podría requerir la acción militar en un teatro de operaciones real.
El primer ejercicio, por ejemplo, incluyó a 22 aeronaves del Comando de Aviación del Ejército brasileño que, con soldados de ambos países a bordo, simularon tener que encargarse de "la conquista y mantenimiento de un local estratégico dentro de territorio enemigo". El ejercicio también requería la "destrucción de las fuerzas oponentes".
Al día siguiente, el contingente se trasladó a Resende, Río de Janeiro, para realizar un ejercicio de "tiros defensivos reales". En un área accidentada, los soldados brasileños y estadounidenses imaginaron una "confrontación con una tropa oponente".
"Una fuerza que piensa en ser disuasoria tiene que tener la oportunidad de actuar fuera, como ha sido habitual. La tropa con sede en Sao Paulo es una tropa expedicionaria, lista para actuar en cualquier punto del territorio nacional y fuera de él, como en una misión de paz como la que tenemos en Haití, o en una misión en África, si fueran requeridos para una misión humanitaria", justificó el general Tomás Miguel Miné Ribeiro Paiva, comandante del Comando Militar del Sudeste del Ejército brasileño.
No fue el único ejercicio de tiro realizado por las tropas. El 13 de diciembre, los contingentes ensayaron —en el predio de la Academia Militar de las Águilas Negras, principal centro de formación del Ejército de Brasil— un asalto aéreo con el objetivo de "conquistar la cabecera de un puente" y defender el punto estratégico, lo que implicaba "bloquear al 'enemigo'" durante un lapso de tiempo.
En ese operativo, que tuvo a los militares estadounidenses como 'observadores', los locales utilizaron fusiles, ametralladoras, granadas, morteros y cañones.
Uno de los ejercicios más espectaculares del CORE 21 fue el que se realizó el 12 de diciembre, cuando alrededor de 150 soldados brasileños y estadounidenses simularon un "combate en ambiente urbano" en Resende.
En el marco del ejercicio y acompañados por dos vehículos blindados Guaraní, las tropas irrumpieron "en una localidad con edificaciones" con el objetivo de "neutralizar una fuerza oponente". Según las autoridades, el operativo buscaba entrenar a los soldados para actuar "en áreas de opresión en las que, por ejemplo, haya impedimento para la llegada de ayuda humanitaria a la población".
El avance en el terreno incluyó el uso de un robot equipado con rayos x y tecnología destinada a comprobar la presencia de artefactos explosivos.
Según el comandante de la 12° Brigada de Infantería Leve Aérea, Rodrigo Ferraz Silva, se trata de uno de los ejercicios más difíciles porque los soldados deben actuar con cuidado debido a la presencia de civiles y "personas inocentes", por lo que es "muy difícil para quien ataca saber el efecto colateral de una actividad como esa".