Investigadores de la UCL (University College de Londres) analizaron la inteligencia de los científicos especializados en cohetes y los neurocirujanos, y compararon estas profesiones con el público en general.
Sus conclusiones indican que, en contra de la creencia popular, los ingenieros aeroespaciales y los neurocirujanos tienen niveles de inteligencia similares a los de la población general.
"Es posible que tanto los neurocirujanos como los ingenieros aeroespaciales sean colocados innecesariamente en un pedestal", escribieron los investigadores en su estudio, publicado en The BMJ.
En su estudio, el equipo comparó la inteligencia de 329 ingenieros aeroespaciales, 72 neurocirujanos y 18.257 miembros de la población general.
Se tuvieron en cuenta otros factores que pueden influir en la inteligencia, como el sexo, la lateralidad y la experiencia en su especialidad.
Los resultados revelaron que los ingenieros aeroespaciales y los neurocirujanos estaban igualados en la mayoría de los aspectos, aunque los ingenieros aeroespaciales resultaron ser mejores en la capacidad de manipulación mental, y los neurocirujanos eran mejores en la resolución de problemas semánticos.
Al comparar sus resultados con los del público en general, los ingenieros aeroespaciales no mostraron diferencias significativas en ningún aspecto de la inteligencia.
Los neurocirujanos, por su parte, eran capaces de resolver problemas más rápidamente que el público en general, pero mostraban una velocidad de recuerdo más lenta.
En general, los resultados sugieren que los estereotipos "no es ingeniería aeroespacial" y "no es cirugía cerebral" no son ciertos.
"A pesar de estos estereotipos y de la mayor proporción de hombres, los ingenieros aeroespaciales y los neurocirujanos tienen aptitudes cognitivas diferentes, al igual que la población en general", añaden los investigadores.
Otras especialidades podrían merecer estar en ese pedestal, y los trabajos futuros deberían tratar de determinar cuál es la profesión que más lo merece.