"El ministerio está en contacto con la ONU sobre ese tema. La mayoría de los que están en los campamentos de Polonia se niegan a regresar a Irak. Más de 4.000 personas permanecen en la frontera entre Bielorrusia y Polonia", dijo la titular, citada por la agencia IRNA.
Según la funcionaria, una delegación ministerial se dirigió a Polonia para resolver los problemas de los migrantes atrapados en la frontera. Gabro destacó que las autoridades iraquíes se oponen al regreso forzado de los migrantes a su país de origen.
La situación en la frontera bielorruso-polaca, donde se congregaron miles de migrantes en su mayoría procedentes de Irak y otros países de Oriente Medio con la esperanza de pasar a la Unión Europea, se agravó desde principios de noviembre.
Las autoridades polacas, que reforzaron la protección de sus límites, acusan a Minsk de provocar una crisis migratoria con fines políticos.
Minsk rechaza esos cargos, alegando que Varsovia está expulsando por la fuerza a los migrantes.