En rueda de prensa, Queiroga explicó que quienes lleguen a Brasil tendrán que seguir "una cuarentena de cinco días" y que tras ese periodo deberán hacer un test de PCR, que deberá ser negativo para que pueda circular por el país.
Además, se mantiene la exigencia de una prueba de PCR negativa para poder embarcar hacia Brasil.
De esta forma, el Gobierno descarta definitivamente aplicar el llamado "pasaporte de las vacunas", la exigencia de que todo aquel que quiera entrar en Brasil esté inmunizado contra el COVID-19.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) lo llevaba recomendando desde hace días, especialmente tras la aparición de la nueva variante ómicron.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se mostró contrario a la medida, calificándola de inútil porque en su opinión seguirán apareciendo muchas variantes.
El ministro Queiroga se alineó con el presidente en su rechazo al pasaporte de las vacunas: "Respetamos las libertades individuales, como dijo Bolsonaro a veces es mejor perder la vida que perder la libertad", afirmó.
La decisión se tomó tras una reunión entre el ministro de Salud, el de la Casa Civil, Ciro Nogueira; y el Abogado General de la Unión, Bruno Bianco.
Bianco explicó que llevará la decisión al Tribunal Supremo Federal, que el 6 de diciembre dio un plazo de 48 horas para que el Gobierno se posicionara ante las recomendaciones de la Anvisa.