Cambiar el modo de aterrizaje de los drones era una de las preocupaciones de los ingenieros de la Universidad de Stanford (California, Estados Unidos) Mark Cutkosky y David Lentink —ahora en la Universidad de Groningen, en los Países Bajos—. ¿Por qué? Porque así lograrían que el robot ahorre energía, para dedicarse más de lleno a las tareas que le fueron encomendadas, como monitorear y reportar sobre zonas forestales o incendios, trabajar en tareas de búsqueda y rescate.
El resultado es un dron con forma de pájaro, con cuatro hélices y patas con garras. El robot puede volar, agarrar y transportar objetos, y posarse en diversas superficies. Según se explica en el portal de noticias del centro educativo, los ingenieros se inspiraron en el halcón peregrino, un ave presente en casi todos los continentes del planeta.
Características del dron con garras
Estos drones no necesitan gastar su energía en volar: pueden hacer su trabajo posados en una rama, sin moverse. Para lograr que el robot se aferre a ramas de diferentes formas y tamaños, húmedas o secas, con o sin moho, musgo y ramas alrededor —todos lugares de aterrizaje muy distinto a las planicies para las que estaban preparados—, los ingenieros crearon patas que se mueven independientes.
En lugar de los huesos del halcón, el nuevo dron tiene patas impresas en 3D, y en vez de músculos y tendones, motores e hilo de pescar que absorben la energía del impacto del aterrizaje, y la convierte en fuerza de agarre. El robot tiene un "embrague especialmente fuerte y rápido que puede activarse para cerrarse en 20 milisegundos", se explica en el portal de Stanford. Una vez posado sobre una rama, los tobillos del robot se bloquean, y un acelerómetro en el pie derecho activa un algoritmo de equilibrio para estabilizarlo.
Gracias a eso, el dron puede balancearse y equilibrarse aprovechando su propio peso.
Frente al aterrizaje, el "arbolizaje" presenta un beneficio fundamental: mayor autonomía. Mientras un dron convencional sólo puede volar durante unos minutos; este nuevo dron puede posarse en la rama de un árbol a cierta altura, y seguir haciendo su trabajo sin tener que sobrevolar continuamente la zona.
Parte de la motivación para la creación del dron, era crear herramientas que pudieran utilizarse para estudiar el mundo natural. "Si pudiéramos tener un robot que actuara como un pájaro, eso podría desbloquear formas completamente nuevas de estudiar el medio ambiente", se explica en el portal de la universidad californiana.
Para Stanford, el siguiente paso para los drones es que, además de poder posarse de esta forma, puedan volar a grandes velocidades como cualquier gran ave rapaz.