Un equipo de Sputnik acudió a la sede de la diplomacia hondureña en Nicaragua y fuentes vinculadas al consulado manifestaron que el proceso no se realizaría por la ausencia de parte de la documentación asociada a los partidos políticos, sin especificar otros detalles o la fecha para una nueva convocatoria.
Los miembros de la Coalición Partidaria y del partido Libertad y Refundación (Libre), presidido por la candidata Xiomara Castro, residentes en Costa Rica, manifestaron su indignación contra el "régimen" del actual mandatario Juan Orlando Hernández, por las reiteradas acciones "encaminadas a boicotear el proceso electoral de este 28 de noviembre".
De acuerdo con un comunicado, en esa nación centroamericana no designaron a los respectivos miembros del Consejo Local Electoral y de la Junta Receptora de Votos (JRV), impedimentos para la instalación del centro de votación correspondiente según la ley electoral, bajo el pretexto de que "ellos no sabían que en Costa Rica habría elecciones".
Presentan así sus claras intenciones, refiere el texto, de impedir a los residentes en el exterior la elección de las máximas autoridades del país, demuestran miedo y cometen delitos, "nos están privando como hondureños de nuestra participación en un proceso electoral justo y libre y alteran el resultado del proceso mediante la manipulación del registro de votantes".
Desde Twitter, la internauta Gina Kawas manifestó que, pese a seguir todo el proceso de enrolamiento como parte de su derecho al sufragio, no está habilitada en el censo para votar en la ciudad estadounidense de Boston, "ampliar el voto a hondureños residentes en el exterior debe ser una prioridad en la agenda", reconoció.
La joven también denunció las declaraciones de representantes del gobernante partido Nacional, en las cuales ratifican su triunfo y aseguran ya 800.000 votos, cuando restan aún más de tres horas para el cierre definitivo de las urnas, a su juicio, constituye una irresponsabilidad que debe ser sancionada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal de Justicia Electoral (TJE).
En esta oportunidad, poco más de cinco millones de personas mayores de 18 años acuden a las urnas, 11.2 por ciento menos que el número de votantes previsto en los comicios de 2017 y el proceso previó 20 centros de votación en el extranjero, 14 en Estados Unidos y el resto en Centroamérica, aunque en la práctica no funcionaron de la manera adecuada.
El Consejo Nacional Electoral habilitó 18 mil 293 Juntas Receptoras de Votos (JRV) y de los 15 aspirantes inscritos inicialmente solo quedaron 12, los tres restantes: Salvador Nasralla, del Partido Salvador de Honduras y el independiente Milton Benítez, integraron la causa de Castro y Santos Rodríguez, preso por corrupción.
Ciudadanos opinan en Honduras
La defensora de los Derechos Humanos Alba López refirió a Sputnik que, tras los comicios generales de este domingo para la elección de autoridades nacionales, municipales y legisladores, tiene la esperanza en el fin de la narco-dictadura y de las medidas neoliberales, y en la ocurrencia de un proceso de transición hacia un nuevo gobierno de manera pacífica.
"Posiblemente algunos sectores del partido Nacional no aceptarían el triunfo de la oposición, más cuando ya se anuncian como ganadores. Incluso, es probable que sucedan episodios de resistencia, sobre todo, si pierden la alcaldía de Tegucigalpa. Pero pensamos que el respaldo internacional a un potencial triunfo de Xiomara Castro los obligue a aceptar los resultados", indicó.
López aludió a la improvisación de algunos pasos en el proceso, como el cierre de centros educativos habilitados para el sufragio, los militares y los órganos de seguridad no acudieron a tiempo a los centros de votación con el material necesario, no dejaron entrar a representantes de algunos partidos políticos y hubo varias personas en largas filas por más de dos horas.
"Las posibilidades de fraude siempre están latentes, pero en esta ocasión la diferencia está en la desaprobación que tiene el partido gobernante, de acuerdo a las encuestas. Es muy difícil que lleguen a la presidencia mediante un fraude. Sin embargo, estos comicios no estuvieron garantizados al 100%", argumentó.
Por su parte, la hondureña Samantha Delgado, representante del Laboratorio de Gobierno, Innovación y Políticas Públicas, de la Comisión de Ciencias y Tecnologías, reveló a Sputnik que de estas elecciones espera el triunfo de la ciudadanía, "es sorprendente el apoyo recibido por los miembros de las JRV y todo indica que el pueblo decidirá su futuro en las urnas".
Delgado también considera que la ocurrencia de fraude será menos factible en esta oportunidad, pues los sondeos a boca de urna indican una tendencia irreversible y reconoció la organización y capacitación del personal vinculado al sufragio en los barrios, colonias y municipios, si bien constató las denuncias e inconvenientes presentes este domingo.
¿Qué apreciaron los observadores nacionales?
El primer informe del Consejo Hondureño de la Empresa Privada, una de las instituciones nacionales encargadas de la observación del proceso electoral, refirió que 90.4% de las Juntas Receptoras de Votos (JRV) visitadas abrió alrededor de las 8.30 (hora local) y 27.2 % de esas estructuras no contaba con todos los miembros propietarios a la hora prevista para el comienzo.
El portavoz de ese grupo, Carlos Medrano, comunicó que la mayoría de las JRV presentaba el material necesario, con excepción del kit tecnológico, ausente en el 20.2 % de las mesas en Tegucigalpa, la capital, y departamentos cercanos como Francisco Morazán, Cortés, Choluteca, Valle y Lempira.
“En más de 90 % de las juntas verificadas el censo electoral estaba a la vista de los votantes y estos contaban con información adecuada sobre la ubicación de la mesa y se apreciaron casos aislados de amenaza, acoso o intimidación, impedimento para realizar la observación y retención de material”, refirió el observador electoral.
Según Medrano, en 16.7 % de las JRV no se utilizó el lector biométrico de huellas como consecuencia, en su mayoría, de la falta de capacitación del personal, la rotura del mismo o la no llegada, por lo cual algunos ciudadanos expresaron su negativa a ejercer el derecho al voto mediante los métodos tradicionales.