"Está clarísimo que los eventos recientes fueron bien planeados y orquestados para destituirme como primer ministro, por motivos sin fundamento que han sido distorsionados para tergiversar los hechos", manifestó Sogavare, citado por el diario Solomon Star, en una alocución televisada.
El primer ministro aseguró que su gabinete se mantiene "completamente intacto" y nada le moverá.
"No debemos plegarnos nunca ante las malas intenciones de unas pocas personas. Debemos hacer frente a la intimidación, el acoso y la violencia", declaró Sogavare.
El primer ministro recordó que su residencia en Lungga, a las afueras de la capital, fue "atacada y dañada".
"La vida de mi familia estaba amenazada. Esto fue diseñado para presionarme a que renunciara, y fue un mensaje para mis ministros de que serían los siguientes", dijo.
Los disturbios en la capital salomonense estallaron el 24 de noviembre, luego de que un millar de personas, provenientes en su mayoría de la isla de Malaita, se concentraran en Honiara para reclamar la dimisión del primer ministro Manasseh Sogavare.
La Policía cargó con gases lacrimógenos y pelotas de goma contra los manifestantes que intentaron asaltar la sede parlamentaria, además de saquear y quemar varios negocios del barrio chino.
Las autoridades de Malaita reprochan al Gobierno central no asignar suficientes recursos al desarrollo regional y rechazan de plano la política de ruptura con Taiwán y el acercamiento a China que Sogavare viene aplicando desde 2019.
El 26 de noviembre, el gobernador general de las islas Salomón, David Vunagi, decretó un toque de queda nocturno en la capital para preservar la seguridad.
Más de 100 personas fueron detenidas en relación con los violentos disturbios en Honiara, según la Policía.