"Si bien Sudáfrica respeta el derecho de todos los países a tomar las precauciones necesarias para proteger a sus ciudadanos, la decisión del Reino Unido de prohibir temporalmente a los sudafricanos la entrada en el Reino Unido parece apresurada, pues ni siquiera la Organización Mundial de la Salud ha aconsejado aún sobre los próximos pasos", señaló este viernes el Ministerio sudafricano de Relaciones Internacionales y Cooperación.
La titular de la cartera, Naledi Pandor, alertó del "daño que esta decisión causará tanto a las industrias turísticas como a las empresas de ambos países".
Según la Cancillería, Sudáfrica intentará persuadir al Reino Unido para que reconsidere su decisión.
El Reino Unido suspendió a partir del 26 de noviembre los vuelos procedentes de seis países africanos ‒República Sudafricana, Namibia, Lesoto, Esuatini, Zimbabue y Botsuana‒ ante el surgimiento de una nueva variante del coronavirus, B.1.1.529. Dichos países quedan incluidos en la lista roja de destinos de alto riesgo, y los viajeros británicos que vuelvan de allí tendrán que someterse a una cuarentena.
El titular de Salud británico, Sajid Javid, señaló que, según la información preliminar, la nueva variante presenta "un número significativo de mutaciones, quizás el doble de mutaciones de las que habíamos visto en la variante delta", por lo que podría ser mas transmisible "y las vacunas que actualmente tenemos podrían ser menos efectivas".
También Israel vetó los viajes hacia y desde siete países de Sudáfrica, los mismos que el Reino Unido más Mozambique.
Por su parte, el Ministerio de Salud singapurense anunció que los viajeros que hayan visitado alguna de esas naciones en las últimas dos semanas no podrán entrar en Singapur, ni transitar por su territorio a partir del 28 de noviembre, y que los ciudadanos singapurenses deberán guardar diez días de cuarentena a la vuelta.