"Las nuevas sanciones de la Administración estadounidense contra las compañías relacionadas con el Nord Stream 2 parecen ya una verdadera obsesión con el proyecto", dijo la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, en una comparecencia ante la prensa.
El 23 de noviembre, Biden impuso sanciones a la empresa chipriota Transadria y a su barco auxiliar Marlin por colaborar en el tendido del gasoducto que conecta a Alemania y Rusia por el fondo del mar Báltico.
Impulsado por una alianza de empresa de Alemania, Austria, Francia, Países Bajos y Rusia, el Nord Stream 2 fue concebido para diversificar las rutas del suministro de gas y está diseñada para transportar hasta 55.000 millones de metros cúbicos anuales del combustible.
Tras catalogar las limitaciones unilaterales de Washington de "ilegítimas", Zajárova advirtió que golpean a Alemania, en particular, y a la Unión Europea, en su conjunto.
Desde Alemania condenaron ya las nuevas restricciones impuestas por Biden que sigue la política de su antecesor Donald Trump. El partido de los Verdes, la tercera fuerza política del país germano, subrayó que el Nord Stream 2 es un asunto alemán y no norteamericano.
Estados Unidos se opone a la infraestructura ya que busca vender a Europa el gas natural licuado (GNL) de sus yacimientos de esquisto.