"Yo sé que sí, yo sé que sí, por eso lo dije (en la mañana, durante el acto conmemorativo del quinto aniversario de la firma del Acuerdo Final de Paz entre el Estado y la hoy extinta guerrilla de las FARC)", expresó Santos en un conversatorio con el excomandante de las FARC y hoy líder del partido de izquierda Comunes, Rodrigo Londoño, 'Timochenko'.
En la mañana, en el acto aniversario realizado en la sede de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP, tribunal de paz), en el noroccidente de Bogotá, Santos reveló: "Tengo entendido que el presidente Iván Duque también está explorando caminos para reanudar conversaciones de paz con el ELN, eso nos llena de esperanza".
Al respecto, se comprometió a colaborar en la búsqueda del cese del conflicto con esa guerrilla, en lo cual, aseguró, también se contaría con el apoyo la Organización de las Naciones Unidas y de la comunidad internacional.
Sin embargo, tras esas primeras declaraciones, Duque negó que exista algún tipo de acercamiento con el ELN y dijo que para dar ese paso la guerrilla debe cesar primero sus prácticas criminales.
"El mensaje que le hemos dado al ELN ha sido coherente. Alcanzar la paz requiere un compromiso que no sea de palabra ni discursivo, y eso implica la liberación de todos los secuestrados y ponerles fin a los actos criminales. Pretender hablar de paz mientras se asesina y secuestra es una burla a la Colombia que construye la paz todos los días", dijo el mandatario.
Por su parte, el embajador de Cuba en Colombia, José Luis Ponce, dijo que desconoce que exista algún acercamiento entre ambas partes, como sostiene Santos.
"Hay que preguntarle al expresidente Juan Manuel Santos de dónde sacó esa información", dijo Ponce en declaraciones publicadas por la emisora colombiana RCN Radio, ya que la cúpula del ELN permanece en La Habana.
Los diálogos de paz entre el Gobierno colombiano y el ELN, que Santos inició a mediados de 2017, fueron rotos de manera unilateral por Duque en febrero de 2019, luego de que esa guerrilla se adjudicó un atentado con un vehículo cargado con explosivos a la Escuela de Cadetes General Santander, en Bogotá, perpetrado el 17 de enero de ese año y que dejó 22 cadetes muertos y más de 60 heridos.