"Polonia está dispuesta a mantener negociaciones con la Federación de Rusia, pero es con la oposición bielorrusa, según nuestra firme convicción, con la que deberíamos conversar de lo que atañe a Bielorrusia y las relaciones polaco-bielorrusas", declaró Rau a la emisora Polskie Radio.
El ministro aclaró que en Varsovia están "abiertos a negociar asuntos técnicos con las autoridades actuales de Bielorrusia".
"Los temas del futuro político de Bielorrusia ‒y es un objetivo importante de la política polaca‒ hay que dejarlos a aquellos que tienen confianza de la sociedad bielorrusa", agregó.
La víspera, el canciller polaco habló por teléfono con la líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, y le aseguró que la política de Varsovia con respecto a Minsk se mantiene sin cambios.
22 de noviembre 2021, 10:15 GMT
Durante esa conferencia, Rau reafirmó que Polonia y la Unión Europea (UE) no reconocen a Alexandr Lukashenko como presidente de Bielorrusia.
Las elecciones presidenciales del 9 de agosto de 2020 en Bielorrusia, que otorgaron un nuevo mandato a Lukashenko, dieron origen a varios meses de protestas.
Lukashenko, en el poder desde 1994, obtuvo el 80,1% de los sufragios, frente al 10,1% de la candidata opositora Tijanóvskaya, según el escrutinio oficial.
La oposición bielorrusa denunció un fraude masivo y exigió repetir los comicios, opción que Lukashenko descartó.
En los primeros días las fuerzas del orden reprimieron las protestas con gas lacrimógeno, balas de goma, cañones de agua y granadas aturdidoras. Según el Ministerio del Interior, las movilizaciones se saldaron con tres muertos, centenares de heridos y miles de detenciones. Más tarde, la violencia callejera amainó, pero las protestas continuaron, al tiempo que las autoridades detenían o expulsaban de Bielorrusia a las figuras más visibles de la oposición.
Varios países, entre ellos Estados Unidos, miembros de la UE, el Reino Unido y Ucrania, no reconocieron esos comicios. En cambio Rusia, China, varias naciones del espacio postsoviético, Cuba, Venezuela, Nicaragua y Turquía, entre otros, dieron por válidos los resultados de la votación.