Contexto
Muchas son las provocaciones que lanzan a Rusia desde Occidente: las que realizan de forma particular países como EEUU o Reino Unido, o las que hacen en conjunto todo el resto de países que están bajo el paraguas de la OTAN, ya sea en países que limitan con Rusia en su frontera occidental, como Ucrania, en el mar Negro, o incluso en aguas del Lejano Oriente ruso, ya sea por tierra, mar o aire.
Sólo por mencionar dos hechos concretos, el 30 de octubre entró en las aguas del mar Negro el destructor estadounidense USS Porter, armado con misiles guiados. La Sexta Flota de EEUU informó sobre su participación en ejercicios conjuntos con aliados de la OTAN y socios de la región del mar Negro. Dos días más tarde, el 1 de noviembre, la misma Sexta Flota anunció el envío al mar Negro de su buque insignia: la nave de comando anfibio USS Mount Whitney, con idéntica finalidad al anterior.
En este contexto Putin ha vuelto a ubicar en su lugar a líderes de países y organismos occidentales. Al indicar que varios países occidentales no cejan en sus intentos de romper la paridad estratégica, mediante despliegues de elementos de seguridad global contra misiles en la vecindad inmediata de las fronteras con Rusia, "no podemos dejar de observar estas amenazas para la seguridad de Rusia y vamos a reaccionar adecuadamente […] al respecto".
El jefe de Estado ruso también se refirió a "la creciente intensidad de los vuelos de la aviación de la OTAN cerca de Rusia, la aparición en los mares Báltico y Negro de buques de la Alianza con las armas de misiles guiados. […] Y ahora, como saben, el buque de EEUU entró en el mar Negro. Pudimos rápidamente observarlo con binoculares o por la mira de los sistemas de defensa pertinentes".
'Teléfono' para Occidente
Entonces, lanzó un aviso a navegantes: "El sistema de defensa aeroespacial [ruso] modernizado debe detectar los misiles hipersónicos y balísticos de todo tipo y a gran distancia, y destruirlos en cualquier tramo de la trayectoria de vuelo". Un mensaje para cabecitas calientes que intentan poner de rodillas a Rusia.
El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, opina que las declaraciones correctas de Putin tienen mucho que ver con algo muy trascendental que ocurrió hace muy pocos días, y donde Vladímir Putin expresó con gran claridad en el Foro de Debates Valdái sobre cuál es el mundo actual.
"Ese mundo actual, él lo definió, y coincido, en el que la unipolaridad ya es algo viejo y perimido, y que es imposible volver los tiempos atrás. Y también dijo que un dominio occidental absoluto tampoco ya es posible mantenerse ante el creciente poderío de las naciones asiáticas y euroasiáticas. Esto es un marco referencial muy importante a tener en cuenta en estos momentos en que EEUU parece ser que la única baza que tiene a nivel de la política internacional es solamente la herramienta o el expediente militar", subraya el analista.
Pereyra Mele entiende que "hay algo que ya sabemos a partir de la historia: todos los imperios cayeron fundamentalmente por dificultades internas, no por problemas externos. Y en este caso específico, EEUU sigue viviendo una situación de crisis política, social y económica, de la que no ha salido".
"Por más que los publicistas, que se definen como analistas, hablan de un crecimiento económico de EEUU, etc., la realidad es que EEUU ya no representa ante el mundo, el PIB que representaba hace 20 o 30 años en proporción. Y hoy ese retroceso en su participación mundial del PIB, ha sido ocupada por otras potencias emergentes, que ya no solamente siguen creciendo, sino que le disputan seriamente áreas importantes, fundamentalmente en algo que es clave en el siglo XXI, que es el control y el dominio de la ciencia y la tecnología", remarca Carlos Pereyra Mele.