"Esta presión que ejerce EEUU podría incidir en las elecciones en Nicaragua. El pueblo nicaragüense todavía tiene memoria de lo que ha significado en su vida cotidiana las sanciones económicas que EEUU impuso durante los años 80, obviamente el miedo siempre juega a favor de las medidas coercitivas", afirmó Zamora, quien además es geógrafo y se especializa en temas de geopolítica.
Las elecciones de Nicaragua se celebrarán este domingo 7, con la participación de más de 10 partidos políticos.
El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) confirmó a Daniel Ortega y su esposa, la actual vicepresidenta, Rosario Murillo, como su fórmula presidencial.
El miércoles 3 la Cámara de Representantes de EEUU aprobó un proyecto de ley ya sancionado por el Senado que le da a la administración de Joe Biden la autoridad para adoptar nuevas sanciones contra Nicaragua y exigir "elecciones justas".
Zamora consideró que estas sanciones implican para Nicaragua regresar a momentos similares a los que se vivieron durante los primeros años de la Revolución Sandinista, en los 80.
"En ese momento hubo un bloqueo que logró afectar económicamente de manera terrible para el pueblo nicaragüense. Siempre que se toman estas medidas contra los supuestos gobiernos antidemocráticos a quienes realmente afectan es a los pueblos", agregó.
Además de la amenaza de sanciones, hay una "guerra de cuarta generación" que se da a nivel mediático, donde los medios pretenden influir sobre la visión que tienen las personas de la situación que se vive en Nicaragua, dijo Zamora.
"Los medios pueden influir en que algunos nicaragüenses asuman que lo que están contando afuera es lo que está pasando adentro, eso podría signar el resultado de las elecciones", expresó.
El término "guerra de cuarta generación" hace referencia al uso de tácticas no convencionales de combate, donde las grandes batallas bélicas desaparecen por completo.
Rol de Rusia
Por otro lado, el analista sostuvo que EEUU se propone reforzar su rol hegemónico en América Latina al intentar cambiar el signo ideológico de las democracias.
Afirmó que en este contexto, si los Gobiernos de Argentina, Bolivia, o de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) se expresan a favor de Nicaragua, serían sancionados por EEUU, ya que Washington intenta mantener su "posición hegemónica a cualquier costo".
En este contexto, Rusia tiene un "rol importantísimo" en la actual geometría de poder, aseguró Zamora.
"El hecho de que Rusia apoye al Gobierno de Ortega evita que las acciones que se pudiesen tomar después de las elecciones, en caso de que gane la Revolución Sandinista, sean menores a nivel internacional. Incluso en una acción más agresiva, Moscú tiene capacidad de veto en la ONU (Organización de las Naciones Unidas). Es un actor fundamental en el control de la hegemonía a nivel planetario", agregó.
El 7 de noviembre, 4.478.334 nicaragüenses podrán concurrir a las urnas por octava ocasión desde 1984 a fin de votar por una fórmula presidencial, los 92 diputados a la Asamblea Nacional (Legislativo) y los 20 al Parlamento Centroamericano.