Varios acontecimientos confluyen en la amenaza de desabastecimiento mundial. Un crecimiento de la demanda ‒también online‒ de productos manufacturados en China, el fuerte incremento del coste del transporte en contenedores y su escasez, las medidas biosanitarias que afectan a algunos de los más importantes puertos del mundo, el atasco de los suministros o la carestía de microchips, se conjugan de manera explosiva en el caso de España con los 55.000 millones de euros de ahorro acumulado durante la pandemia y que están en teoría listos para consumirse.
De modo que los comercios del país afrontan un reto de cara a las próximas campañas del Black Friday y de la Navidad, cuando el volumen de ventas crece de por sí ostensiblemente. El miedo de los consumidores ante este tipo de informaciones ha provocado que compren más de lo que necesitan, un fenómeno conocido en los mercados financieros como efecto rebaño y por el cual los usuarios siguen al resto en situaciones con un alto nivel de volatilidad. El resultado es que compran más productos y con anticipación, aunque en muchos casos no los necesiten. Sin embargo, no es previsible una situación de carestía de productos en los comercios.
En España las empresas han aumentado sus stocks para atenuar el impacto del encarecimiento de los fletes marítimos y de los precios de las materias primas. Es posible que se experimente una subida de precio en productos electrónicos muy concretos por la falta de microchips, por ejemplo los lavavajillas, pero las grandes superficies han revisado sus políticas de compras.
Si antes estas compras requerían ser ejecutadas con ocho ó 10 semanas de anticipación, este año se han formalizado con 20 ó 25 semanas de anticipación. Es el caso de MediaMarkt, tal y como explicó Samuel González, su director de compras, durante la celebración en Barcelona a finales de octubre del Congreso de Gran Consumo de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC).
Una demanda crecida
Según datos de la Organización Empresarial de Logística y Transporte (UNO), el sector logístico español gestionará en la campaña navideña un 7% más de envíos que en 2020 y un total de 106 millones de portes. Esta expectativa representa una media de 3´7 millones de envíos diarios, con picos de hasta cinco millones los días inmediatamente posteriores al viernes negro.
La crisis logística que afecta especialmente al Reino Unido tiene por el momento un sutil reflejo en algunos sectores como la hostelería. En la Comunidad Foral de Navarra, donde también faltan camioneros, sus establecimientos notan la falta de ginebra y otros licores.
Pero las previsiones de gran demanda han obligado a la previsión. El sector del bricolaje brinda un ejemplo. Con un incremento de las ventas durante y después de la pandemia un 25% superior a las registradas en 2019, compañías como Leroy Merlín conjugan estrategias de anticipación y medidas imaginativas para paliar la subida del coste de las materias primas y el transporte, como es la reducción de los costes de embalaje y búsqueda de otras materias primas. Así lo explicó el director de mercados de la compañía, Eduardo Nussío, durante el Congreso de AECOC.
Durante ese evento, los altos ejecutivos de las empresas de productos de gran consumo asistentes constataron que no cabe esperar un alza generalizada de precios. La razón es la extremada competencia en las áreas de productos tecnológicos.
"Para evitar la concentración de las compras en los días clave, las marcas están adelantando lo máximo posible la campaña navideña, porque así se garantizan que el volumen de trabajo esté repartido y no se concentre solo en los días de mayor actividad", concluyó Francisco Aranda, presidente de UNO, durante un acto en Madrid el 26 de octubre en el que se exhibieron las previsiones del sector en los picos de demanda para el Black Friday y la campaña navideña 2021.
Video: 80.000 contenedores se acumulan en un puerto de EEUU por la crisis en la cadena de suministro
29 de octubre 2021, 17:43 GMT