Alebrijes, catrinas y calaveras se apoderan de México en el Día de Muertos

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El Día de Muertos es una de las fiestas más importantes y caras de México. Algunas familias de las zonas rurales pueden llegar a dedicar dos meses de su presupuesto para preparar este acontecimiento. Aunque estos días se recuerdan a los seres queridos que ya se encuentran físicamente en este mundo, los mexicanos lo celebran con alegría porque estos días los espíritus (o almas) de los difuntos visitan a los vivos.

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La celebración del Día de Muertos está compuesta por varios factores importantes, uno de ellos es la limpieza general, tanto de la casa como de las tumbas. Otro componente son las ofrendas. Las familias también arman altares especiales dedicados a sus familiares fallecidos donde se pueden ver fotos, cosas importantes de los difuntos en vida y hasta sus golosinas favoritas. Sin embargo, algunas familias pasan el Día de Muertos en un cementerio, organizando allí una especie de picnic, cenando junto a las tumbas de sus familiares y recordándolos cómo eran en vida.

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Cientos de espectadores asisten a ver el desfile anual del Día de Muertos que se lleva a cabo en la Ciudad de México.

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Una guirnalda de flores de cempasúchil, las flores tradicionales utilizadas para decorar casas y tumbas en el Día de Muertos. Se cree que su aroma guía a las almas que regresan a la tierra en este día y las hace sentirse felices.

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El 1 de noviembre se conmemora a Todos los Santos, está dedicado al alma de los niños fallecidos y el 2 de noviembre a los Fieles Difuntos, es decir, el alma de los adultos fallecidos.

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En estos días, se suelen adornar las casas con esqueletos artificiales y otros atributos por el Día de Muertos. La gente se divierte, canta y baila.

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El punto culminante de las fiestas es el carnaval de los muertos. Se trata de un desfile en las calles protagonizado por miles y su procesión está encabezada por el principal símbolo de la fiesta, la Calavera Catrina.

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La fiesta tiene más de 3.000 años de antigüedad y sus raíces se encuentran en la tradición azteca y maya.

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La celebración del desfile por el Día de Muertos en la Ciudad de México.

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Los rituales para conmemorar a los muertos en la antigüedad se celebraban en verano, pero con la llegada de los conquistadores y el catolicismo el Día de Muertos se trasladó a noviembre, más cerca del Día de Todos los Santos y de los Difuntos.