Stanley compareció ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos el 26 de octubre, antes de ser confirmado en su cargo como nuevo embajador estadounidense en Argentina.
En esa instancia, Stanley pidió por un "plan macro" para estabilizar la economía argentina y poder acordar el pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El abogado demócrata se comprometió a "ayudar a Argentina para reestructurar su deuda con el FMI", aunque advirtió que se trataba de "uno de los dos mayores desafíos que enfrenta el país: la enorme deuda con el FMI y su prolongada recesión".
"Es responsabilidad de los líderes argentinos elaborar un plan macro para devolverlos, y aún no lo han hecho. Dicen que ya pronto viene uno", agregó, antes de dar una definición sobre el país sudamericano que no cayó bien entre los argentinos.
"Argentina es un hermoso bus turístico al que no le andan las ruedas", dijo el nuevo embajador estadounidense en Argentina, Marc Stanley.
Stanley —que se presenta a sí mismo como un "activista político y líder de la comunidad judía estadounidense"— también criticó la política exterior y de derechos humanos del presidente argentino, Alberto Fernández, respecto a Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Al respecto, anunció que planea "dialogar con líderes de todos los niveles del país para lograr que en el hemisferio se honren nuestros ideales" y los países se alineen a la postura estadounidense.
Además, en el marco de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, el futuro embajador hizo hincapié en la carrera tecnológica que mantienen ambos países, y aseguró que es su "prioridad mantener los pies en el fuego, sobretodo cuando productos como la tecnología 5G está ingresando al mercado (regional), y permitiendo que China acceda todos los datos e información de la población argentina", puntualizó.