"En los últimos años creció la presión de las autoridades estadounidenses sobre los representantes de los medios de comunicación rusos en EEUU, ellos fueron más de una vez víctimas de la violencia y la crueldad", indica un informe de la Cancillería rusa.
El informe mencionó a Mijaíl Turguíev, Yulia Oljóvskaya, Viacheslav Arjípov que se sometieron a duras acciones por parte de los agentes del orden público estadounidenses cuando cubrían algunos eventos en ese país.
Además recordó que Gueorgui Olisashvili y Maxim Katáyev se enfrentaron a la indiferencia y el desinterés de la Policía.
El Ministerio también destacó un aumento de los casos que pueden calificarse de provocaciones por parte los servicios de inteligencia estadounidenses, dirigidas contra los representantes de los medios rusos.
"Sobre esos y otros hechos similares, la Embajada de Rusia envió notas de protesta al Departamento de Estado de EEUU, exigiendo una investigación exhaustiva de cada uno de los incidentes, así como que se le informe sobre los resultados. Hasta ahora no se recibió respuesta alguna a los llamados oficiales", precisó la Cancillería rusa.
En 2020 en EEUU fueron atacados repetidamente los periodistas rusos. En mayo del año pasado, el corresponsal de Sputnik, Turguíev, que cubría las protestas en Minneapolis, fue rociado en la cara con un spray de pimienta por un Policía, pese a haber presentado su credencial y de presentarse como un representante de la prensa.
En junio de ese año la productora de Sputnik, Nicole Roussell, sufrió impactos de armas antidisturbios, durante la cobertura de las protestas frente a la Casa Blanca, a pesar de haberse presentado como periodista y mostrar una tarjeta de prensa que llevaba colgada al cuello.
A mediados de julio, los periodistas de cadena televisiva Canal 1 Arjípov y Oljóvskaya fueron atacados por Policías estadounidenses mientras cubrían unas protestas en Portland.
En octubre de 2020, los periodistas del Canal 1 Olisashvili y Katáyev se vieron agredidos en Filadelfia, Katáyev recibió una conmoción cerebral, pero la Policía prácticamente no lo ayudó.