"La Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch" Xíinbal, personas del pueblo Maya dedicadas a la apicultura y al cuidado recíproco con abejas nativas, emitimos este documento para expresar rechazo absoluto ante las propuestas que expiden la Ley Federal Apícola y la Iniciativa de la Ley General de Protección Apícola", presentadas en la Cámara de Diputados y el Senado, dicen las comunidades un texto enviado al Congreso.
Las comunidades afirman que esas iniciativas de ley "son parte de las amenazas y riesgos que no solamente no resuelven los problemas sino los agravan, empezando por no haber sido consultadas, no siguieron un debido proceso y no protegen a la apicultura".
El documento asegura que los proyectos legislativos carecen del interés por abordar las problemáticas que aquejan a las "familias que procuran la vida junto con las abejas".
También señala que las amenazas reales son "la deforestación, el cambio climático, la agricultura industrial de monocultivos, la siembra de cultivos genéticamente modificados, el amplio uso de plaguicidas y agrotóxicos".
Las comunidades indígenas deploran que las iniciativas de ley propuestas por diputados y senadores no establecen medidas pertinentes ni integrales contra "la comercialización de miel adulterada y falsa", entre tantas amenazas que no son abordadas.
Las leyes no respaldan el trabajo de campesinos mayas sino que "van contra las abejas, el trabajo de los apicultores y la vida".
Por ejemplo, mencionan que se pretende imponer obligatoriamente una serie de "disposiciones ajenas a la realidad local y cultural, estableciendo innecesarios y numerosos requisitos, trámites complejos, costosos y burocráticos, que terminarían por desincentivar el quehacer de la apicultura", que se encuentra en condiciones de desventaja y desigualdad en territorios indígenas y campesinos.
Contra el racismo y la deforestación
La asamblea comunitaria maya considera que se trata de "leyes racistas, ya que desconocen y desdeñan el manejo tradicional de la apicultura".
Entre las medidas rechazadas están el establecimiento obligatorio de una "homogeneización de la actividad apícola por medio de la tecnificación y modernización en un modelo tecnocrático que no toma en cuenta ni incluye los saberes culturales de apicultores y campesinos, mucho menos observa aspectos para su conservación ni fortalecimiento"..
La iniciativa de ley establece la creación de nuevas instituciones "por encima de los apicultores, imponiendo una estructura autocrática a través de disposiciones legales y certificaciones monopólicas obligatorias" bajo instrumentos y estándares que no son esclarecidos.
En ese sentido, advierten que si se aprueban esas medidas violarían el derecho a la libre determinación y organización autónoma de los apicultores del pueblo Maya y comunidades originarias del país.
También reafirman su exigencia de poner alto a la deforestación que resulta de la construcción del Tren Maya que dirige el gubernamental Fondo Nacional de Turismo (Fonatur) en la península de Yucatán, en una ruta de 1.500 kilómetros, que cruza por comunidades indígenas, zonas arqueológicas, y playas del Caribe mexicano.
"Exigimos que se frene la deforestación causada por el Tren de Fonatur, y por todos los megaproyectos vinculados al mismo que nos impactan negativamente", dice el posicionamiento.
Las comunidades rechazan el uso de todos los pesticidas, venenos y agroquímicos como el glifosato, y de los cultivos genéticamente modificados (como Bayer-Monsanto) que dañan a las abejas, a la agricultura indígena y campesina, la salud de las personas y los bosques.
Además, manifiestan que no consentirán ningún cambio genético de las abejas en región de comunidades que mantienen viva esta actividad tradicional.
Al tiempo que denuncian las precarias circunstancias de desigualdad ante los "intereses aplastantes del mercado", la contaminación y la devastación creciente de los bosques.
Finalmente señalan que el ferrocarril turístico solo considera las ganancias millonarias de las empresas y la demanda de alimentos que traerán los nuevos "polos de desarrollo y el turismo depredador" de gran escala anunciado por el Tren de Fonatur.