En el norte de Chile están gran parte de los telescopios ópticos más poderosos del planeta, como el complejo de radiotelescopios de Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), el mayor proyecto astronómico del mundo —llevado adelante entre países de Europa, Norteamérica y Asia del Este, en colaboración con Chile—.
¿Por qué? Porque el norte del país reúne óptimas condiciones para la astronomía. Allí hay un cielo despejado, con baja turbulencia, y condiciones poco cambiantes: el escenario perfecto para atraer a aficionados a la astronomía, estudiantes e investigadores de todo el mundo.
En ese contexto, Chile también se convirtió en un lugar ideal para estudiar astronomía, la ciencia que surgió ante la fascinación del ser humano por el cielo estrellado.
Por cuarto año consecutivo, el Departamento de Astronomía de la Universidad de Concepción (UdeC) abre sus puertas para cursar una maestría a licenciados en Astronomía o carreras afines como Física, Geofísica o Ingeniería entre otras, que quieran ampliar sus conocimientos en esta atractiva ciencia.
El programa contempla dos años de duración y sus líneas de investigación son Astrofísica estelar y galáctica, Astrofísica extragaláctica y Astrofísica teórica e instrumental.