"Los niños que viven en las zonas de conflicto en el Sahel central —Malí, Burkina Faso y Níger— se enfrentan a un mayor riesgo de reclutamiento por grupos armados no gubernamentales que buscan atraer a los jóvenes después de que miles de escuelas cerraran en los últimos dos años por la creciente violencia y el coronavirus", publicó la organización.
En particular, la OCHA cita un informe de la ONG Save the Children, que opera en la región de Sahel desde los años 80. Al realizar entrevistas con numerosos jóvenes que habían pertenecido a grupos armados en el pasado, esta reveló que los reclutados habían dejado los estudios o no tuvieron acceso a la educación.
La investigación no logró establecer el número exacto de los niños reclutados pero descubrió que algunos de ellos fueron involucrados en la actividad de grupos armados por la fuerza, otros fueron impulsados por la pobreza, inseguridad o necesidad de cumplir su deber religioso.
La ONG advirtió que las precarias condiciones de vida en la región, que han empeorado con la crisis de coronavirus, suponen un riesgo elevado de que los menores se sumen a los conflictos, lo cual contradice los derechos del niño y el derecho humanitario internacional.