Además de realizar búsquedas en campo en seis municipios de la zona oriente del estado de Morelos (Jojutla, Huitzilac, Amacuzac, Yautepec, Yecapixtla y Cuautla) y consiguiendo en una de ellas el hallazgo de un resto óseo enterrado clandestinamente, también se avanzó en el compromiso de las autoridades estales para retomar las exhumaciones pendientes en el panteón de Jojutla.
En el año 2016, familias de Morelos impulsaron la exhumación de 135 cuerpos que la Fiscalía estatal había enterrado de forma clandestina en ese sitio, sin haber respetado el protocolo para inhumar cadáveres no identificados que estaban bajo su resguardo. Gracias al trabajo político y de sensibilización que la sexta Brigada hizo con autoridades locales, se cosechó el compromiso de continuar la exhumación de un número no estimado de cadáveres que siguen enterrados clandestinamente en Jojutla.
En el pueblo de Tetelcingo, municipio de Cuautla, la comunidad de la Parroquia de San Nicolás de Bari preparó una procesión hacia el panteón municipal, donde en 2016 se exhumaron otros 117 cuerpos que la Fiscalía había inhumado clandestinamente. Al llegar al sitio, se realizó una bendición para impulsar la verdad y la justicia para las víctimas, cuya mayoría continúa sin ser identificada, ya que sólo 12 de esas personas fallecidas de forma violenta han podido regresar a casa.
La Brigada trabajó también en torno al eje de búsqueda en vida, visitando los centros de readaptación social de Jojutla, Cuautla, Jonatepec y Atlacholoaya. Allí, las madres y familiares de personas desaparecidas mostraron fotos de los que faltan a los presos y presas de esos penales, buscando pistas que colaboren con su localización. En el de Atlacholoaya, tres personas desaparecidas fueron identificadas por sus fotografías, y la Brigada anunció que dará seguimiento a esas pistas en las semanas siguientes.
El trabajo en centros educativos de Huitzilac y Amacuzac, así como en las visitas a las comunidades religiosas de los municipios visitados, las familias compartieron sus relatos de búsqueda, así como promovieron la recolección de pistas anónimas por medio de los llamados “buzones de paz”, invitando a los asistentes a compartir información relevante para la búsqueda de más de 90,000 personas que han sido desaparecidas en México durante las últimas décadas.
“Esta es la semilla que la sexta Brigada ha sembrado en Morelos, este tiempo y trabajo que las familias de todo el país le están donando a este estado, tiene reacciones y consecuencias. Somos transformadores de paz y tenemos que reconocer el trabajo que muchos y muchan hemos hecho, y todo lo que las Brigadas Nacionales han avanzado hasta el día de hoy”, dijo Juan Carlos Trujillo, fundador de las Brigadas Nacionales y del Colectivo Familiares en búsqueda María Herrera, que lleva el nombre de su madre.
El trabajo en Morelos continúa durante una semana más, hasta el 24 de octubre de 2021.