Las mafias académicas se refieren a los grupos de investigadores que mantiene una serie de privilegios —desde puestos directivos hasta sueldos— dentro de las universidades públicas del país, y las cuales, a veces, están conformadas por familias enteras que han heredado sus puestos.
Según el propio mandatario, estas mafias académicas se vinculan con las que existen entre intelectuales como Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín, a quienes acusó de usar sus influencias para otorgar o mantener a sus cercanos en puestos académicos.
"Como en todo gobierno, había mafias, esto pasaba en la intelectualidad, también en el caso de becarios, de gente de la academia, encargados de proyectos científicos, muchas veces no investigaban nada, pero tenían influencia, si pertenecían al grupo de Krauze o al de Aguilar Camín ya con eso era más que suficiente para mantener muy buenos niveles académicos, buenas calificaciones, premios, recompensas y buenos ingresos", declaró el pasado 21 de septiembre.
Como ejemplo de las mafias académicas, el mandatario mexicano recientemente señaló a Raúl Padilla, exrector de la Universidad de Guadalajara, quien, a pesar de ya no ejercer el cargo, "es el que manda".
"Es el caso de varias universidades del país y de personalidades que tienen muchísimo poder. El señor Padilla, de Jalisco, no es rector, pero es el que manda en la Universidad de Guadalajara, para hablar en plata. Y así en otros casos", declaró López Obrador en la conferencia matutina del 7 de octubre.
El tema tomó relevancia luego de darse a conocer que la Fiscalía General de la República acusa a 31 científicos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) de suplantar las funciones de la institución con la creación del Foro Consultivo.
El presidente mexicano ha defendido la investigación de las autoridades ya que forma parte de su estrategia de combate a la corrupción.
Tribunal de la UNAM secunda al presidente
La existencia de estos grupos fue confirmada por el propio presidente del Tribunal Universitario de la UNAM, Eduardo López Betancourt, quien en un comunicado secundó la propuesta del presidente mexicano para acabar con el influyentismo, la corrupción y el nepotismo en instituciones públicas.
"Con un sentido de autocrítica y de particularidad conocimiento aceptemos que la corrupción también ha invadido los ámbitos académicos. Lo dicho por el presidente es una realidad que ya no se puede seguir ocultando; las mafias y grupos de poder se han incrustado de manera lamentable en la gran mayoría de las universidades públicas del país", aseveró López Betancourt.
Agregó que dichas mafias "son sumamente poderosas y tan peligrosas que son capaces de los peores actos de bajeza y vulgaridad", por lo que consideró urgente denunciarlas.
En el mismo boletín, el presidente universitario llamó al rector Enrique Graue a convocar a la comunidad a "hacer una revisión profunda de lo que está ocurriendo en cada una de nuestras escuelas y facultades, como el primer paso para acabar con las mafias que hoy por hoy lamentablemente pululan en la UNAM".