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Luis y Margaretha, los mayores que aguardan en su barco a que amaine el volcán de la Palma | Fotos

Margaretha y Luis, de 80 y 90 años respectivamente, son una pareja que tuvo que abandonar su hogar tras la erupción del volcán en la Palma.
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Parecía que la situación estaba tranquila al acabar el franquismo y decidieron regresar a España después de dar varios tumbos por el mundo. Sin imaginarlo, su paz se ha visto alterada después de 50 años.
Cuando el volcán de Cumbre Vieja erupcionó, los agentes de la Guardia Civil comenzaron a desalojar a todos los habitantes de las localidades cercanas. Margaretha y Luis, casi con lo puesto, tuvieron que salir de su hogar. ¿Dónde vamos ahora?, debieron preguntarse. Las opciones que les ofrecieron de alojamiento temporal no les convencían. Primero les llevaron al campo de fútbol de Los Llanos de Aridane, como al resto de vecinos, para posteriormente realojarles en el antiguo cuartel militar de Santa Cruz de La Palma. Quedaban algunos apartamentos libres, pero había que pagar 100 euros por noche. Fue entonces cuando lo decidieron: se quedarían en su pequeña lancha.
El gato adoptado de Margaretha se esconde cuando ve a los periodistas
El volcán les ha obligado a abandonar repentinamente su hogar y ahora viven refugiados en un pequeño velero de 6,4 metros de largo junto a un gato que adoptaron durante el desalojo. Se encuentran en el puerto de Tazacorte que estos días se ha vuelto un reclamo turístico para decenas de curiosos que quieren apreciar el recorrido de la lava. Luis y Margaretha, en cambio, prefieren darle la espalda.
Margaretha y su marido Luis adoptaron un gato durante el desalojo
Luis es cirujano digestivo ya jubilado y Margaretha es holandesa. Luis, al acabar la carrera, viajó por toda Europa gracias a un regalo que le había hecho su hermana como premio por terminar los estudios. Precisamente fue durante ese viaje, cuando conoció en Holanda a la que sería su esposa durante al menos setenta años. A pesar de la dureza de la situación, Margaretha no pierde el sentido del humor: "Llevo ya tres chichones", lamenta refiriéndose a las limitadas dimensiones del barco.
Margaretha y Luis, vecinos de Todoque, viven en su barco después de que la lava del volcán arrasara con su hogar
Ambos vivían en Todoque, un pueblo prácticamente borrado del mapa por la lava, como las mil edificaciones que ya han sido arrasadas. Son muy conocidos por los vecinos, "Don Luis el médico", le llaman. Aún aguardan la esperanza de volver algún día a su hogar, que se resiste a quedar destruida por la lava del volcán. Su pequeña radio les va informando de las novedades, aunque aún es pronto para saber cuándo volverán.
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