"El cartucho de gas, de referencia 202, es un cartucho que tiene varias municiones en su interior, que es lo que sale [del arma]. El cuerpo del cartucho queda en el fusil y la otra parte, donde cae", explicó Sáenz a Sputnik y a otros periodistas.
Luego del lanzamiento, lo que sale del fusil está caliente.
"Los infractores de la ley utilizan guantes de carnaza, recogen la munición, aún cuando se está consumiendo y la arrojan hacia otro lado. Centros residenciales, casas… eso afecta mucho a la comunidad, la cual no tiene nada que ver en el disturbio", agregó el uniformado, tras una demostración de cómo funcionan las mencionadas armas no letales.
Según la versión oficial, algunos encapuchados mueven la munición mientras aún hace efecto, y otros la recogen "en costales, los dejan en una casa y luego dicen que el ESMAD fue el que lanzó los elementos contra las viviendas", insistió.
Por ello, la institución decidió "recoger estos cartuchos para evitar estas acciones para deslegitimar el desarrollo del Esmad".
Manifestaciones con lesionados
Esta semana, una jornada de manifestación convocada por el Comité del Paro —que agrupa a sindicalistas, comunidades indígenas y otros sectores sociales— finalizó en desmanes, en los puntos de Bogotá donde últimamente se presentan de forma más violenta: Usme (sur), Portal Américas (suroeste) y Suba (noroeste).
Tras las manifestaciones hubo "31 personas lesionadas, 22 capturados, un CAI (estación de policía) vandalizado, una retroexcavadora incinerada y 1 tanqueta vandalizada", según la Personería de Bogotá, encargada de velar por los derechos humanos en la capital.
Las protestas fueron convocadas para recordar el inicio del pasado Paro Nacional (el 28 de abril), cuando miles de manifestantes en todo el país salieron a las calles para mostrar su inconformidad contra el Gobierno de Iván Duque.
En esas jornadas de abril pasado, decenas de personas murieron, en su mayoría manifestantes, y la Fuerza Pública recibió llamados de atención por parte de organizaciones internacionales de derechos humanos, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch.