"Se descartan los niños que no queremos recibir con la ley del aborto que los envía al remitente y los mata directamente", expresó el pontífice.
En sus palabras, el aborto "se convirtió en algo 'normal', en una costumbre que es horrible, es un verdadero homicidio".
"¿Es justo acabar con una vida humana para resolver un problema? ¿Es justo alquilar un asesino a sueldo para resolver un problema?", inquirió el obispo de Roma a los participantes de la sesión.
Según destacó el papa Francisco, el problema de "descarte" también se refiere a los ancianos que caen víctimas de una "eutanasia oculta".
"Las medicinas son caras y se dan solo a mitad. Y esto significa reducir la vida de los ancianos", a los cuales el pontífice definió como "las raíces de la sabiduría de nuestra civilización que los descarta".
"Con esto renegamos la esperanza: la esperanza de los niños que nos traen la vida y nos hacen ir adelante y la esperanza de las raíces que nos dan los ancianos. Descartamos ambas. Y con ese descarte de todos los días descartamos la misma vida", advirtió.