"Aplicarse la vacuna es una decisión personal. Mi mujer, por ejemplo, decidió vacunarse en Estados Unidos. Yo no", afirmó Bolsonaro a la revista brasileña.
El mandatario fue cuestionado por la revista por ser un mal ejemplo debido a sus declaraciones contra las vacunas y por la demora en comprarlas para la población brasileña.
En respuesta, Bolsonaro contó que Michelle quiso vacunarse en su viaje al exterior, como parte de la comitiva presidencial a Nueva York para participar de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU).
En tanto, para políticos e infectólogos, la decisión de la primera dama de vacunarse en Estados Unidos, y no en Brasil, es un "absurdo" y un desprecio" al Sistema único de Salud (SUS) y al Programa Nacional de Inmunización (PNI), consigna el diario O Globo.
El presidente de la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) de COVID-19, Omar Aziz, dijo que la primera dama podría haberse vacunado en Brasil, para dar el ejemplo a los brasileños. Eso, según él, sería patriotismo de verdad, y no patriotismo "de la boca para afuera", explica O Globo.
En tanto, para el vicepresidente de la CPI, el senador Randolfe Rodrigues, la actitud de Michelle es "lamentable" y desvaloriza el trabajo de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), del Programa Nacional de Inmunización (PNI), ligado al Ministerio de Salud.
El presidente de Brasil afirmó el martes pasado ante la Asamblea General de la ONU que su administración apoya iniciativas de vacunación contra el COVID-19, pero se opone a medidas como la exigencia de un "pasaporte sanitario", despertando la polémica y críticas.
"Apoyamos la vacunación. Sin embargo, nuestro Gobierno está en contra del pasaporte sanitario o de cualquier obligación relacionada con la vacuna", dijo el mandatario.