"La Orden Ejecutiva que firmé hoy establece un nuevo régimen de sanciones que nos permitirá apuntar a los responsables o cómplices de prolongar el conflicto en Etiopía, obstruir el acceso humanitario o impedir un alto el fuego", dijo Biden en el comunicado.
El mandatario dijo que su administración continuará exigiendo un alto el fuego negociado en el país asolado por el conflicto para poner fin a los abusos contra civiles y permitir el acceso humanitario a quienes lo necesitan.
"EEUU está decidido a impulsar una resolución pacífica de este conflicto, y brindaremos todo nuestro apoyo a los principales esfuerzos de mediación, incluido el Alto Representante de la Unión Africana para el Cuerno de África, Olusegun Obasanjo", dijo Biden.
Etiopía se enfrenta actualmente a un prolongado conflicto armado en una de sus provincias del norte.
Por su parte, el secretario de Estado, Antony Blinken declaró que el Gobierno estadounidense demorará la aplicación de las sanciones si las dos partes actúan rápidamente para resolver su disputa.
"En el medio de la incesante violencia, los abusos contra civiles, y la crítica situación humanitaria en Etiopía, el Presidente (Joe) Biden firmó hoy un decreto que establece un régimen de nuevas sanciones en respuesta a la crisis. Las fuerzas eritreas deberían retirarse de Etiopía inmediatamente y en forma permanente", dijo Blinken en un comunicado.
Mediante esta nueva orden, Estados Unidos podrá imponer sanciones financieras a individuos o entidades que estén involucrados en el conflicto.
Sin embargo, si las partes toman medidas inmediatas para poner fin a los conflictos y negociar una solución pacífica, Estados Unidos está preparada para demorar esas sanciones, dice el reporte.
"Este conflicto ha desencadenado una de las peores crisis humanitarias del mundo, con más de cinco millones de personas que necesitan ayuda, de las cuales 900.000 están viviendo en condiciones de hambruna. Esta nueva herramienta nos permite usar todos los medios a disposición para llevar alivio a las personas que están sufriendo hace tiempo en la región", agregó.
Los gobiernos de Etiopía y Eritrea, el Gobierno regional Amhara y el Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF), han fallado en frenar la violencia y usar la diplomacia necesaria para resolver la incesante crisis.
22 de febrero 2021, 21:39 GMT
En su lugar, la violencia ha escalado y se ha dispersado, y los abusos a los derechos humanos y la obstrucción del acceso humanitario continúan, según el comunicado.
Los enfrentamientos en la región de Tigray estallaron en noviembre después de que el gobierno etíope acusara al partido gobernante local, el Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF), de atacar una base militar regional para secuestrar armas y armar a la milicia antigubernamental.
Se informa que aproximadamente 2 millones de los 6 millones de personas de Tigray tuvieron que huir de sus hogares en medio de las hostilidades, y se estima que 900.000 personas probablemente estén experimentando condiciones de hambruna.
Además, se proyecta que alrededor de 33.000 niños con desnutrición severa enfrentarán un riesgo inminente de muerte si no se recibe más ayuda para la gente de Tigray, según información de la ONU.