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Venezuela rastrea el COVID-19 con el monitoreo de aguas cloacales

Un grupo de expertas en microbiología ambiental de la Universidad Central de Venezuela estudia en las aguas cloacales de Caracas la concentración del virus del SARS-CoV-2. Los resultados servirán para predecir escenarios de contagios por coronavirus y facilitar la implementación temprana de medidas epidemiológicas.
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"Una persona puede estar enferma y no presentar síntomas, pero al tener el virus en su organismo lo expulsa en sus heces. Entonces nosotros podemos ayudar a que las autoridades sanitarias pongan la lupa en algún lugar donde haya gente que esté diseminando el virus sin saberlo", explica a Sputnik la bióloga y profesora universitaria Alejandra Zamora.
La experta es investigadora del Instituto de Zoología y Ecología Tropical de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y coordina el proyecto Detección de SARS-CoV-2 en Aguas Servidas, que dio inicio recientemente con la recolección de muestras en varias zonas populares de Caracas.
Con el personal de la empresa estatal Hidrocapital, la institución estatal encargada de administrar el agua en la capital de Venezuela, se seleccionaron colectores marginales representativos de áreas densamente pobladas con la intención de observar cómo se está moviendo el virus en la ciudad.
Alejandra Zamora, investigadora venezolana, durante la primera jornada de muestreo para el proyecto Detección de SARS-CoV-2 en Aguas Servidas
El objetivo es la detección de lo que en epidemiología se conoce como "focos calientes", es decir un núcleo epidemiológico con alta concentración viral, en este caso sobre el causante de la enfermedad del nuevo coronavirus.
Para la profesora Nora Malaver, jefa del Laboratorio de Ecología de Microorganismos de la UCV, e integrante del equipo de investigación, la situación mundial generada por la pandemia visibilizó un componente de la ecología bastante olvidado como son los microorganismos y su interacción con la naturaleza. "Es así que nace el proyecto", resume.
"La pandemia nos dice que no podemos estudiar solamente el virus, hay que estudiarlo en la naturaleza, cómo se comporta, y hay que buscar métodos de detección rápida, temprana, que nos puedan permitir tomar decisiones al momento sin que se produzca la alerta roja. Así podemos evitar grandes mortandades", expresa Malaver.
Profesora Nora Malaver: "Hay que estudiar el comportamiento del virus"

Caracas, área piloto

El proyecto de monitoreo de aguas cloacales nace en marzo de 2021 con la idea de realizar un aporte al sistema nacional de salud, y se concreta en junio, luego de que el Ministerio de Ciencia y Tecnología del país caribeño decidiera aportar los recursos necesarios para su implementación.
Está previsto que el trabajo de campo en la capital del país funcione como un área piloto, con muestreos semanales durante al menos cuatro meses, para más tarde ampliarlo al resto del país priorizando los puntos fronterizos donde el virus tiene mayor circulación.
María del Pino Rodríguez, bióloga con 20 de años de experiencia en proyectos de investigación dentro de este Instituto y experta en calidad de aguas, opina que este tipo de trabajos es muy necesario y agradece a las autoridades de Ciencia y Tecnología por apostar a la investigación en este momento tan importante para el país.
María del Pino Rodríguez, bióloga en integrante del proyecto Detección de SARS-CoV-2 en Aguas Servidas
"Se trata de un proyecto país, en Venezuela nunca se había hecho. Es muy importante montar un sistema de monitoreo, y es necesario hacerlo a nivel nacional, porque nos va ayudar a saber más sobre el virus", destaca la bióloga.
Rodríguez explica que una vez finalizado el trabajo de campo, "comienza en el laboratorio el procesamiento de las tomas de muestra". Su tratamiento consiste en la pasteurización de la muestra para inactivar cualquier patógeno que pudiera haber en el agua, la realización de mediciones físico-químicas y la concentración de la muestra en el menor volumen posible.
"Luego esa muestra la entregamos al departamento de virología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), un ente adscrito al Ministerio de Ciencia y Tecnología, que se encarga de la detección y cuantificación del virus en esa muestra de agua".
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Investigadoras del Laboratorio de Ecología de Microorganismos de la UCV procesan muestras de aguas cloacales
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El Poliedro, donde está el virus

El grupo de expertas realizó la primera toma de muestras en la parroquia Coche, al sur de la capital, en las alcantarillas que rodean el Poliedro de Caracas, el mayor centro de eventos deportivos y culturales de la ciudad, que en 2020 fue convertido por el gobierno de Nicolás Maduro en un gran hospital de campaña para albergar a pacientes con COVID-19.
Las investigadoras le dijeron a Sputnik que los resultados de esas muestras demuestran que "el virus está en esas aguas y lo podemos detectar".
El Poliedro de Caracas, convertido en hospital de campaña para la atención de pacientes con COVID-19
"El Poliedro es nuestro control positivo, porque sabemos que hay gente enferma que tiene manifestaciones clínicas del COVID-19, ese es nuestro punto de partida. Allí hay equis cantidad de gente enferma y la concentración viral que encontramos en el agua servida que viene de este espacio es tal", sostiene la coordinadora del proyecto Alejandra Zamora.
"Si nosotros vamos a un lugar más amplio y encontramos en las aguas de ese espacio una concentración viral mayor o similar podríamos hacer extrapolaciones", agrega.
La investigadora venezolana Alejandra Zamora, durante el tratamiento de aguas residuales en un laboratorio de la UCV

Determinar variantes del virus

Con un total de 350.000 casos de COVID-19 confirmados desde el inicio de la pandemia, y el 95% de esos casos recuperados, Venezuela enfrenta el coronavirus con un renovado plan de vacunación en todo el país con el cual el Gobierno de Nicolás Maduro pretende alcanzar en octubre próximo al 70% de su población inmunizada.
Pese al optimismo oficial, especialistas alertan en Caracas sobre la posible circulación de variantes del nuevo coronavirus que podrían provocar un repunte de contagios, hoy con alrededor de 1.000 por día, números relativamente bajos comparados con los registrados en otros países de la región.
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Venezuela inicia nueva fase de vacunación masiva contra el COVID-19
El proyecto de monitoreo de aguas servidas podría, además de detectar la presencia del virus en las aguas negras, determinar "cuáles variantes pueden estar circulando, a pesar de que en estas aguas hay muchas sustancias que degradan el virus y podrían entorpecer la detección molecular", señala el coordinador del Diagnóstico de Coronavirus del IVIC, el doctor en virología Héctor Rangel.
"La participación de nosotros en el proyecto es detectar a nivel molecular la presencia del virus en esas aguas, esto nos va a permitir determinar en qué áreas puede existir una alta densidad de infecciones", comenta el investigador.
Además, esto permite también determinar la presencia de variantes y ver si están circulando en esas regiones en particular para hacer control epidemiológico eventual, sostiene.
Para el doctor en virología, "al determinar cuáles son las regiones con mayor densidad de positividad, uno pudiera hacer aislamientos selectivos, por regiones o por urbanizaciones, y hacer un chequeo general en estas zonas para tratar de parar la transmisión de la enfermedad".
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