Previamente varios medios, citando un informe de la Guardia Civil española, informaron de contactos entre la inteligencia rusa y personas cercanas al expresidente catalán y líder del movimiento independentista Carles Puigdemont, como el abogado Gonzalo Boye y su jefe de oficina, Josep Lluís Alay.
"No tenemos constancia de esos contactos, no sabemos hasta qué punto son fidedignas esas publicaciones. En cualquier caso, afirman sobre presunta implicación de Rusia en los sucesos de Cataluña, algo que rechazamos categóricamente. No es más que una mentira o insinuación", dijo Peskov.
El propio Puigdemont afirmó previamente que el único objetivo del informe de la Guardia Civil es "criminalizar y desprestigiar al independentismo catalán ante la comunidad internacional presentándolo como un elemento desestabilizador".
El periódico The New York Times comunicó antes que Alay había celebrado reuniones con altos cargos rusos para recabar el apoyo de Rusia en el proceso de separación de Cataluña del resto de España.
Alay confirmó que había viajado a Moscú en la primavera de 2019, aunque precisó que estas visitas eran parte de sus contactos regulares con periodistas y funcionarios rusos.
Rechazó las declaraciones de que buscaba el apoyo ruso al calificarlas de una historia fantástica creada por Madrid.
La oficina de Puigdemont, por su parte, también condenó las publicaciones de los medios al respecto.